Astrología: cómo se relacionan los signos con cada parte del cuerpo

Aries: Está relacionado con la cabeza, porque es donde nace el deseo. Además, está asociado al carnero porque es el animal que baja la cabeza y actúa sin pensar. Vamos como un toro hacia nuestro deseo. Los cuernos del carnero son los que direcciona el deseo y nos marca hacia adónde movernos. Una curiosidad: hay muchos niños con sol, ascendente y luna en Aries se golpean mucho la cabeza para recordarse que hay que pensar antes de actuar.

Tauro: Se asocia a la garganta y al proceso de digerir, masticar, procesar y habitar el presente. También es un signo asociado a la Tiroides, la glándula que involucra todo lo relacionado con el proceso hormonal femenino. Un proceso muy vinculado a la energía femenina que es la que nos invita a habitar el presente: nutre, contiene, se queda quieta, materna y puede dar vida. Al mismo tiempo, muchas temáticas de las personas con sol, ascendente o luna en este signo también suelen vincularse con cambios hormonales y el ciclo menstrual.

Géminis. Es lo dual porque Géminis es el puente. Por eso se relaciona con todas las partes del cuerpo duales como son los ojos, las mamas, las manos, los ovarios, las rodillas, las piernas, entre otros. Cuando hay mucho Géminis en la carta natal y hay exceso de energía femenina o masculina, ese puente queda desbalanceado y se exacerba uno de los polos. Y es el polo que no está exacerbado el que nos va a doler. Un ejemplo: si estoy sobrecargando el polo masculino, me va a doler todo el lado derecho y mis síntomas se van a percibir en cualquier parte de mi lado derecho.

Cáncer. Está asociado a toda la parte interna del cuerpo y a la panza, que es donde habitan todas las emociones más íntimas. “Lo canceriano” es adentro de la casa. Por eso todo lo que contiene al cuerpo interno es lo conocido como propio de cáncer. Todas las temáticas a trabajar con respecto a lo canceriano están relacionadas a las diferentes temperaturas de los cuerpos.

Leo. Es el corazón. Las temáticas del corazón están ligadas a la presión y a la ansiedad. Lo genuino, lo que sale del corazón, y cómo está balanceado será el gran tema de este signo.

Virgo. Es una energía sistemática, rutinaria y está muy ligada a los sistemas: es el sistema digestivo, el circulatorio y el excretor. Y está identificarlo con el bazo, ya que es el órgano encargado de limpiar, discriminar y filtrar la sangre. Pongo un ejemplo: la mononucleosis es una enfermedad bien virginiana, porque es una infección que afecta directamente al bazo. Lo virginiano, además, está asociado a la obediencia y a la pregunta sobre cuánto nos estamos adaptando o sobreadaptando a algo en nuestra vida.

Libra. Está asociado a lo vincular. La parte del cuerpo a la que está relacionada es a los pulmones, que es donde habita el proceso y el ritmo. Es un signo muy identificado con los dos polos.

Escorpio. Está relacionado con los intestinos y con el sistema excretor, que es a través del cual eliminamos aquello que ya cumplió su función para liberarlo y transformarnos. Al mismo tiempo, los intestinos son los encargados de absorber los nutrientes que sí nos sirven. Por otro lado, Escorpio está relacionado con los riñones, y estos asociados al control y al miedo.

Sagitario. Está asociado con el hígado, ya que la energía de este signo está relacionada con la abundancia, el placer y el disfrute. El hígado, en tanto, está asociado a la comida, al disfrute y también a los excesos, por eso se entiende que cualquier temática ligada a los excesos es algo "bien sagitariano".

Capricornio. Está asociado con la piel que es aquello que limita con "el afuera". La temática que aborda este signo está relacionado con el sostén, el deber ser, el hacer y la rigidez. Por otro lado, Capricornio también está asociado a la columna vertebral.

Acuario. En este caso está relacionado con todo el sistema nervioso. Cuando hay mucho exceso de este signo en una carta natal nos vamos a encontrar con temáticas relacionadas directamente con la ansiedad.

Piscis. Está asociado directamente con los pies, ya que son la parte del cuerpo que “nos ancla” a la tierra y la que nos ayuda a no “estar volando y fantaseando” todo el tiempo.