Cuáles son los signos más controladores del Zodíaco. - Créditos: Valentina Bussi
Todos, en algún momento de la vida, tratamos de controlar nuestro entorno para sentirnos seguros. Eso es completamente normal. Pero las personas controladoras lo hacen todo el tiempo, no sueltan nunca y son incapaces de improvisar: cada detalle está pautado, bajo su manejo estricto, incluyendo lo que las otras personas dicen, piensan o hacen. El control en sí mismo no es malo, sirve para que la persona sienta que todo está en orden. Pero no bajar nunca la guardia obviamente es agotador ya que la vida implica cambios permanentes.
Y cuanto más rígidos somos, más nos cuesta adaptarnos a situaciones nuevas y personas diferentes que hagan cosas distintas a las que hacemos nosotros. En las relaciones informales, en nuestra relación cotidiana con los demás, el controlador se sentirá agobiado, se apartará o tratará de que todos hagan lo que él (o ella) pretenden. En lo laboral estarán revisando todo el tiempo el trabajo de los demás, no porque esté mal hecho, sino porque existe esta necesidad imperiosa de asegurarse de que todo está bien. Si el controlador tiene posición de mando, puede tener conductas similares al mobbing, y agotar emocionalmente a su entorno.
También es frecuente que en esa búsqueda obsesiva de seguridad terminen con conductas de aislamiento social, buscando espacios que supongan calma para ellos, con los problemas que esto conlleva. El paso de los años no hace otra cosa que empeorar los síntomas. Y por eso lo mejor es reconocer el problema a tiempo y encontrarle la mejor solución posible.
La astrología puede darnos una pista. Por eso te contamos, signo por signo, cuál es la relación de cada uno con el tema del control.
Aries: da órdenes pero no está pendiente de lo que hacen los demás. Improvisa maravillosamente y su sano egoísmo (a veces no tan sano, es cierto) evita cualquier posibilidad de que esté pendiente de algo o alguien que no sea su propio deseo.
Tauro: posesivo y celoso pero no controlador. Es un signo que se deja llevar, que se adapta. Tal vez sí controla gastos porque necesita tener reservas “por las dudas” y no está pendiente de los demás sino que es algo dependiente… que no es lo mismo.
Géminis: Va y viene sin problema, se deja llevar por el presente, se adapta, juega con la realidad. Puede tener muchos otros defectos pero ¿la manía del control?… ¡nunca!
Cáncer: sea hombre o mujer este signo tiene un lado maternal muy desarrollado que le permite acercarse de una forma única con sus seres queridos, saber lo que sienten y… ¡aprender el modo de manipularlos emocionalmente! No te va a decir lo que espera de vos sino que manejará los hilos del amor y la culpa para que dulcemente obedezcas.
Leo: imposible que se ocupe de controlar. Da órdenes, como Aries, pero de un modo tan seductor y encantador que nadie se ofende. Tiene alma de líder y por eso mismo la seguridad absoluta de que el universo cumplirá su voluntad.
Virgo: es el signo de las obsesiones. Meticuloso, detallista, muy crítico, necesita desesperadamente un mundo ordenado. Las emociones desbordadas, las pasiones, los reclamos, desajustan su mecanismo interno. La cuestión es que se controla a sí mismo más que al resto y lo sufre. No hay que tomar sus conductas como algo personal porque sufre este rasgo y puede aprender a vivir con más fluidez.
Libra: tiene una inteligencia social magnífica y eso significa que, muy diplomáticamente , sabe mover los hilos como para que los demás hagan parte de su trabajo. Pero es tan cordial, tan amable, tan sutil que no causa molestia y, además, sabe cuando dejar al otro en libertad, cuando aflojar.
Escorpio: manipula al estilo de Cáncer, en el plano emocional, pero rara vez poniéndose en víctima. Si Escorpio no se siente seguro del amor o la lealtad de su pareja, su control suele abrumar. Puede ser así con todos sus afectos porque en el fondo confunde amor con poder. Quien está a su lado tiene que ponerle límites desde el primer día y jamás darle un motivo que refuerce su inseguridad.
Sagitario. A pesar de ser un alma libre, en algunos momentos o situaciones muy específicas pueden ser personas controladoras. En este caso pretenden dirigir tu pensamiento porque tienen ideas muy rígidas, muy absolutas, muy blanco o negro. Sagitario puede llegar a usar su sabiduría y experiencia como herramienta esencial para persuadir.
Capricornio. Es el signo de la ley y el orden. El signo de los mandatos, las deudas y las culpas. No manipula exactamente pero es tajante y muy rígido en lo que considera que está bien o mal. Y quien no se aviene a su modelo… será expulsado del reino ordenadísimo de Capricornio. Tiene que querer mucho a alguien para ceder.
Acuario: en realidad hay diferentes personalidades de Acuario, con ellos no hay regla fija. Es el signo del cambio así que debería resistirse a cualquier rigidez pero… algunos Acuario son muy libres, no se atan a nadie y jamás se ocupan de decirle al otro qué hacer, mientras que otros tiene parámetros morales estrictos. No controlan sino que directamente te dejan fuera de su círculo.
Piscis. El signo del caos y del amor universal se deja llevar por sus mareas internas. Incapaz de controlar su adentro a veces trata de controlar a los demás por terror al desborde. Su estilo es más dar pena que miedo, generar culpa y así monitorear a su círculo íntimo. Hay que dar vuelta la ecuación y mostrarle los propios sentimientos. Si no sos feliz te dejará ir.
Qué hacer para soltar... o soltarse
Dejar de controlr es posible, pero hay que trabajar el tema, hacer alguna terapia que aborde los miedos, inseguridades o traumas que causaron la necesidad de control, y cuyo origen con certeza está siempre en algo de la historia personal o en las relaciones de apego familiar. La cuestión es cómo coexistir con un amigo, una pareja o un jefe con estos rasgos. Ante todo hay que poner límites claros, no permitir que nadie se imponga, y hacerlo de forma asertiva. Son ellos los que se tiene que dar cuenta que tienen un problema, y se tienen que hacer cargo de lo que les pasa. De lo contrario, uno puede acabar como tantas personas, cediendo a los deseos del controlador.
¿Y si las controladoras somos nosotras? En este caso hay que intentar hacer cosas nuevas, alguna actividad diferente, tratar de conocer gente distinta, romper con hábitos. También es útil conectar con la emoción que te causa que los demás no hagan las cosas como vos las harías porque todos somos diferentes y eso no nos hace ni mejores ni peores. Aceptar a los demás tal como son sería un primer buen paso y, si hace falta, pedir ayuda profesional. Porque la vida es fluida, es cambiante, como el agua… y es bueno poder fluir a su ritmo.