Eventos astrológicos clave si tenés entre 25 y los 35 años
Te contamos lo más importante que tenés que saber sobre los desafíos que te proponen los astros durante esta decáda.
Collagista: Valentina Bussi
22 de septiembre de 2022
Eventos astrológicos que tenés que conocer sí o sí, si estás entre los 25 y los 35 años. - Créditos: Valentina Bussi
La astrología nos invita a profundizar en la relación entre lo que sucede en el Cielo y en la Tierra, a relacionar y traducir como las órbitas de los planetas y su simbología tienen su réplica en nuestras vidas y determinan los desafíos de cada ciclo de edad.
De esta forma, por ejemplo, Júpiter, (el planeta de la sabiduría, de la experiencia y la expansión de consciencia) que completa su órbita alrededor del Sol cada 12 años, marca ciclos de vocación y sentido de vida que se verán renovados cada vez que transcurran esa cantidad de años. Así, cada planeta va marcando el ritmo de nuestra vida y de nuestras problemáticas de acuerdo a la madurez también desarrollada por cada individuo.
Conocer este contexto puede ser de gran utilidad para tener una mayor comprensión de estos desafíos pero, también, para conocernos mejor, ser más tolerantes con los demás y, muchas veces, nos ayuda a aceptar como natural la crisis que estamos atravesando para ¡no enloquecer!.
25 a 28 años
Descubriendo mi expresión genuina
Esta es la etapa previa al primer y famoso retorno del planeta Saturno. Son años dominados por el despliegue y descubrimiento de tu expresión propia para dejar atrás la estructura proporcionada por papá y mamá y/o de tus cuidadores primarios. Pero este momento previo a esa independencia del deber ser heredado por ese clan que te trajo al mundo, puede ser un período que se sienta como estancado o falto de sentido. Esta misma incomodidad habilitará cambios para que el verdadero deseo y vocación sean la prioridad.
También son años de mucha maduración y de la inherente presión de ocupar un lugar en la sociedad. Si estás en este período, tenés que saber que las dudas que surjan con respecto a si estás únicamente haciendo lo que mamá y papá esperaban de vos o si deberías ir por aquello que te gusta son normales. Dudar acerca de si estás en la carrera correcta también es algo muy típico de esta etapa ya que la versión tuya que a los 18 años eligió un rumbo, está dejando espacio para nuevas versiones de si misma.
Cerca de los 29 años ya llegará el momento de comprometerte más intensamente con tus nuevos gustos y tu proyección a futuro. Tené en cuenta que, aunque ya te hayas ido de casa, e incluso formado tu propia familia o identidad propia muy sólida, esta etapa es como un segundo corte umbilical, que va a traer tensiones externas e internas, miedo y vicisitudes. Recordá que la clave está en escuchar a tu corazón y tomar la mayor responsabilidad posible sobre tu vida valiéndote de todo lo internalizado hasta el momento.
28/29 años
Retorno de Saturno
Luego de ese segundo corte umbilical llega el tiempo de un nuevo nacimiento de tu identidad. Este es el momento en el que tu autenticidad cobra vuelo y pide pista rompiendo con la personalidad previa más anclada en lo heredado. Saturno, el planeta que simboliza la autoridad, la estructura, nuestro padre y juez interno, da su primer vuelta y llega al mismo lugar que estaba cuando naciste, para invitarte a que encarnes vos misma esa energía. Es momento de tomar responsabilidad y darle estructura a esa parte genuina que desea valerse por si misma en el mundo. Desde cambiar de trabajo, tener un hijo, perseguir ese deseo que habías pospuesto durante tus veintes, pegar el salto a lo nuevo y hasta mudarte con tu pareja, esta etapa pide mayor madurez.
Si eras más de cumplir sin pensar, es momento de darle espacio a tu intuición y, si eras más rebelde, es posible que sientas que llegó el momento de echar raíces para poder gestar tus propios sueños. Está gran presión por ser adulta puede generar crisis emocionales fuertes a las que solemos llamar ¡la crisis de los 30! Estás creciendo, y duele, ya que significa dejar atrás la seguridad y la comodidad de ser chica, hija de, hermana de, dependiente de…
También, hay una desilusión sobre lo que es ser mayor, ya que implica muchas veces posponer el deseo inmediato para lograr objetivos a mayor plazo. Madurar implica ser más responsable y, muchas veces, sin ver aún esos frutos económicos o libertades de las que gozan los adultos que te acompañaron en la primer etapa. ¡Dale la bienvenida a tu nueva versión y posibilidad de alinearte, por primera vez en tu vida, con tu aporte auténtico y genuino!
30 a 35 años
Consolidando tu estructura
Una vez que está más diagramado el rumbo, llegan los años en los que vas por tu deseo personal y probás tu potencia y creatividad en el mundo. Sea ese puesto de trabajo anhelado, armar tu propio negocio, tener hijos y/o concretar tu visión de una relación amorosa, estos años son de puro despliegue de tu energía vital para ir por lo que deseás con todas tus fuerzas.
Ser adulta ya es un hecho, hay que sostenerse, asique se puede sentir agotador e incómodo aunque el hecho de estar creando tu propia realidad y haciendo las cosas a tu manera te da ese impulso extra necesario para seguir adelante. Se siente la tensión entre lo viejo y lo nuevo pero prevalece el coraje de hacer aquello que te apasiona. Sin embargo, al ir cumpliendo tus deseos y experimentando en el día a día el costo de tus elecciones, esto irá cambiando tu visión del amor, del trabajo y de tu para qué basado en tu experiencia real (y no en una ilusión o proyección hecha durante tu juventud). Será justamente el vivir la vida lo que hará que te cuestiones creencias y valores sobre los cuales te sostuviste hasta ese momento. Hacia los 35 años está estructura ya tiene una forma más concreta y papá y mamá ya ocupan un lugar completamente diferente en nuestra vidas.
Si durante estos años no está claro lo que querés, es clave que dediques el tiempo que haga falta para descubrirlo, pidas ayuda para sanar lo que haya que sanar y te ocupes de vencer esos miedos para empezar a construir con confianza. Lo mismo si seguís dependiendo de tu papá y mamá (y no lograste aún auto sostenerte) ya que esto implicará ataduras al pasado que no te permitirán desarrollar todo tu potencial personal.
En definitiva, es una década para descubrir y probarte a vos, y a tu entorno, que podés sostenerte y plasmar tu versión genuina en el mundo. En los años que siguen, se desplegará una mayor solidez y confianza en la propia madurez emocional que habilitará mayor exploración de aquello que viniste a ser, más allá de tu proyección de vos misma.
Se jugará, también, con más fuerza, la búsqueda del sentido de la vida, del disfrute sencillo y de lo espiritual gracias a Júpiter y al retorno de los nodos del Karma al lugar exacto que estaban cuando naciste.