Luna de Duelo: qué es y qué rituales hacer para sanar viejas heridas del alma

También conocida como Luna del Castor, la Luna de Duelo refiere a una antigua tradición pagana que la llamaba así por ser la última Luna llena antes del solsticio de verano en el hemisferio sur y la penúltima del año.

Para los paganos, la Luna de Duelo representa el momento de deshacerse de cosas viejas, de desechar ideas de antaño que nos entristecen y también, para permitirse llorar las partidas.

A su vez, la Luna de Duelo se trata de un plenilunio místico que funciona como un proceso clave: es la visagra entre lo viejo y lo nuevo. Durante ella, se marca el término de la reflexión y el autoconocimiento, se finaliza el tiempo de meditación sobre todo aquello que decidimos dejar en el pasado y se eliminan todos los aspectos negativos de nuestra existencia. También, es el momento para prepararnos para recibir lo nuevo, abrazando los cambios que llegan a nuestra vida.

Al ser la Luna de Duelo la representación de la finalización de las cosas viejas y el recibimiento de los nuevos aires y cambios en nuestra vida, es vital aprovechar su energía a partir de la medianoche a través de ciertos objetos, vistiendo colores específicos o colocando en nuestro hogar flores especiales para acompañar el proceso.

Inciensos: cedro, jacinto, sándalo, rosas, narciso, ámbar, narciso, hierbabuena y olíbano.

Flores: clavel, jazmín, gardenias, azucenas, lirios, verbanas y flores blancas.

Colores: blanco, plateado, gris y verde azulado.