Cómo despertar a tu diosa interior con ayuda del Tarot

Trabajar con diferentes rituales para nutrir de amor a tu cuerpo es fundamental: mirarte en el espejo y decirte cosas bonitas es mucho más poderoso de lo que imaginás. Tener momentos de autocuidado y automimos, también. Maternar a esa niña que habita en tu ser es un antes y un después en la vida de toda mujer. 

Conectar con tus propósitos: ¿cuáles son las cosas que, cuando las hacés, el tiempo pasa volando y ni siquiera te das cuenta? Eso significa algo. Lo que te apasiona, son tus dones expresándose. Tus sueños son importantes y embellecen tu ser. Dales tiempo y energía. Con paciencia y delicadeza, la semilla un buen día se convierte en flor. 

Nutrir tus amores: los vínculos son un talismán delicioso para el alma. Pasar tiempo de calidad con las personas que amás y te aman es uno de los rituales más nutritivos que podés hacer por tu diosa. El amor y la belleza son lo mismo: es el poder de Venus en todo su esplendor. 

Pedir lo que deseás: no des por hecho que los otros sepan de tus anhelos. No hay manera de que se enteren si no los comunicás. El no está sólo en tu mente.

Entrenar la paciencia: cuanto más deseamos algo, más ansiedad y miedo, lo que nos abre la puerta del autoboicot.. En cambio, cuanta más paz alberguemos en nuestro interior, más seguras y completas nos sentiremos: esto es super atractivo. La paz es el lugar preferido de todas las bendiciones (tanto internas, como externas). Acciones para anclar en la paciencia: meditar, crear arte y leer textos que te inspiren (entre otros) 

Trabajar el misterio: los modos que tenemos nosotras de conectar con este delicioso afrodisíaco natural son miles:  usar atuendos que destaquen aquellas zonas del cuerpo que más nos gustan es uno de éstos. Lo sutil es mucho más apetitoso que “mostrarlo todo”. Cuando te mires en el espejo, recordalo: el misterio es uno de tus  amuletos más magnéticos. 

Abrirse a la receptividad: aprender a recibir es un antes y un después en el camino de cualquier mujer. Uno de los mejores modos de anclar en esta vibración  es caminar en el medio de la naturaleza y nutrirnos de su gracia. Agradecer desde el merecimiento todos los halagos que nos llegan es otro modo. Decirle que sí a lo que los otros nos quieran dar, también.