Temporada de Escorpio 2025: este es el impacto de su energía astral para cada signo

Escorpio es el octavo signo del zodíaco, el que llega después de la vibra conciliadora de Libra para mostrarnos que no todo es lo que parece: hay capas, profundidad y una intensidad que pide ser explorada. Es el segundo signo de agua y actúa como un puente entre la sensibilidad protectora de Cáncer y la mirada integradora de Piscis. A Escorpio le toca definir, con plena conciencia, qué y quiénes forman parte de nuestro clan emocional.

En este signo, Venus está en caída: el placer y la comodidad quedan en pausa para dar lugar a lo incómodo, a lo que incomoda pero transforma. Regido por Marte y Plutón, Escorpio tiene fama de intenso y “difícil”, pero detrás de su armadura hay una lealtad feroz y una entrega total. Lucha por lo que ama y no se rinde fácilmente.

Las energías que más van a disfrutar esta temporada son las de Escorpio y las de los otros signos de agua (Cáncer y Piscis), junto con Virgo y Capricornio, que reciben sextiles favorables. El Sol les da un extra de vitalidad y claridad para avanzar con proyectos personales o decisiones importantes.

En cambio, los signos fijos (Tauro, Leo y Acuario) pueden sentir cierta tensión: el Sol en Escorpio los desafía con cuadraturas y oposiciones. Pero no se asusten: esa incomodidad puede ser la chispa que encienda un cambio necesario. Si se mantienen atentas, descubrirán oportunidades en lo que, a primera vista, parece conflicto.

Para Aries, Géminis, Libra y Sagitario, el tránsito de Escorpio se sentirá más neutro o suave, pero eso no significa que pasará desapercibido. De alguna forma, igual invita a bajar a las profundidades: reflexionar, mirar de frente lo que solemos evitar, reconectarnos con nuestra energía sexual y con esa fuerza interna que todo lo transforma.

Este es el tiempo de dejar ir lo que ya no se alinea con nosotras y abrir espacio a algo nuevo. También, de mirar sin miedo los temas que solemos esconder: la sexualidad, los tabúes, lo no dicho, incluso la muerte. Es una etapa ideal para encarar procesos terapéuticos y conectar con nuestra capacidad de transformación.

Después de haber ordenado y pulido todo en la temporada de Virgo, y de haber buscado armonía y belleza con Libra, ahora llega el momento de ir al hueso. Escorpio propone una revisión profunda: ¿realmente estamos cómodas con lo que hay? ¿Qué necesita un cambio urgente? ¿Qué estamos sosteniendo con tal de mantener la paz? La idea es que esta temporada nos ayude a reflejar una visión más genuina y honesta de lo que conservamos en nuestras vidas.