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Los elementos de los signos zodiacales: ¿qué significa que tu signo sea de fuego, agua, tierra o aire?

Mientras que los signos se dividen en agua, tierra, aire y fuego, cada uno de estos elementos -además- puede decirte algunas claves sobre tu personalidad.


Cómo es tu personalidad de acuerdo al elemento de tu signo

Cómo es tu personalidad de acuerdo al elemento de tu signo - Créditos: Créditos: Valentina Bussi



La astrología es un lenguaje. Planetas, signos, casas y tránsitos son algunos de los conceptos que lo constituyen. Hay que aprenderlo desde cero (como todo lenguaje). Y después es cosa de combinar. Ahora bien. Si la astrología es un lenguaje ¿cuáles son sus vocales? ¿cuál es esa esencia que lo enlaza todo, la más fácil de entender, la que primero se aprende? Yo diría que son los cuatro elementos: agua, aire tierra y fuego.

La teoría de los elementos es muy antigua, nace de observar los procesos de la naturaleza y la trasmitieron los sabios tanto de oriente como de occidente. En China, por ejemplo, se desarrolló en el segundo milenio antes de Cristo, surgió al estudiar lo que la vida requiere: el aire para respirar, el agua para beber, el fuego para calentarse y la tierra para comer. Si alguna de esas cuatro cosas falta el equilibrio se rompe, lo que está vivo muere. Los alquimistas, los filósofos y hasta los médicos antiguos la aplicaron en sus disciplinas. Por eso los astrólogos cuando hablamos de energía empezamos por ahí.

Somos mucho más que el sol

Los signos del zodíaco son 12. Y de los 12 signos existen cuatro grupos de tres signos de un mismo elemento:

- Los signos de agua son Cáncer, Escorpio y Piscis.

- Los signos de aire son Géminis, Libra y Acuario.

- Los signos de tierra son Tauro, Virgo y Capricornio.

- Los signos de Fuego son Aries, Leo y Sagitario.

Hasta ahí parece bastante sencillo pero, como los astrólogos analizamos el cosmos en bloque, no alcanza con saber de qué signo sos y, por lo tanto, el elemento que gobierna tu signo. Lo que hacemos es una especie de operación matemática/contable llamaba “Balance de elementos”. Lo que calculamos con el susodicho balance es cuántos planetas estaban en signos de Agua, Aire, Tierra o Fuego cuando naciste y, de ahí, deducimos si algún elemento te falta o te sobra y cómo incide eso en tu vida.

Es interesante. Porque explica, por ejemplo, que alguien de Géminis, que debería ser una persona charlatana y multifacética por pertenecer a un signo de Aire de repente se reconozca como una persona sensata, racional y materialista. O impulsiva. O soñadora. Es que somos mucho más que nuestro signo solar, somos el Cielo entero.

¿Y entonces? Pues entonces te voy a dar las características de cada personalidad elemental. Leé los rasgos de cada una, fíjate con cuál te identificás y seguí los consejos finales para equilibrar tu naturaleza esencial y así potenciarte al infinito.

Cuál es tu personalidad, de acuerdo al elemento de tu signo

  • Agua: el agua es la vida por excelencia. Sin ella la existencia es imposible. Simboliza los sentimientos y las emociones. Este elemento tiene la capacidad de recargar al ser humano de energía ya que es un conductor. Refresca, enfría, es húmedo, fluido, pesado y tiene la capacidad de tomar la forma de cualquier cosa que lo contiene es por este motivo que el agua necesita ser contenida porque si no corre desenfrenada y desperdiciada. Es el alimento de la vida puesto que todas las cosas emergieron del mar. El cuerpo humano está compuesto por un 70% de agua y por eso una persona sin comer puede soportar semanas, mientras que una persona sin beber apenas puede soportar unos días.  La personalidad agua se distingue por sus rasgos de flexibilidad, adaptabilidad, fluidez, intimidad, necesidad de vincularse emocionalmente. Si te reconocés pura emoción, pura intuición y tendés a decir todo que sí, a mimetizarte con el entorno, es tu energía base, sos de agua.

  • Aire: el aire es movimiento, contacto, comunicación. Es la flexibilidad de acción o pensamiento: lo rápido, lo alerta, lo chispeante y lo nuevo. Es flotante, flexible, cede ante el estado de ánimo, y sin embargo es aún fuerte y persistente. Cuando una persona respira profundamente consigue sentirse tranquilo en cambio sí respira agitadamente siente ansiedad o angustia. Como elemento, es casi totalmente incontenible pues no se puede ver.  Si te reconocés llena de ideas, comunicativa, cambiante, emocionalmente desapegada y muy sociable. Si sos curiosa y cambiás de dirección en cualquier momento, odiás tener que estar quieta, viajás mucho y sos enemiga declarada de la rutina sos de Aire, esa es tu fuerza base.

  • Tierra: la Tierra es estabilidad, nutrición, plenitud, y fertilidad. Es el suelo bajo los pies, la fundación sobre la que se construye la vida. Los alimentos, comer, sembrar, cocinar, gestar, amamantar son actos terrenales. La tierra es rica y oscura, fuerte e inmóvil. La tierra contiene, está ahí,  puede sostener la vida pero también una idea, un deseo o un sueño. Es cuerpo, dinero, sensualidad, materialidad, confort y seguridad. Si sos práctica, tenaz, paciente y los demás se sienten seguros de vos probablemente seas altamente terrestre ¿Los cambios no te gustan, sos más de hacer que de prometer, tenés una ética clara y objetivos bien precisos? Tenés entonces el poder del elemento Tierra, un don, su divina virtud.

  • Fuego: el fuego es deseo, entusiasmo, la chispa de la vida. Es la más poderosa de las fuerzas de la energía, representa el espíritu. Es una llama que palpita, o una llama que destruye, el calor del sol es Fuego, un elemento dinámico, activo, que se eleva. Es el principio de la vida. Su esencia es la vida, da luz y calor. Es el principio de la creación, el deseo sexual, el combustible que al quemarse permite que los vehículos adquieran movimiento. Pasión, energía, fuerza, claridad, voluntad, iniciativa e impaciencia son sus rasgos. Si sos impulsiva, si te enojás tan rápido como te desenojás, si le ponés corazón a cada acto de tu vida, si te arriesgás, competís y vivís cada día a pleno como si fuese el último. Si te llevás un poquito el mundo por delante pero tenés tanta iniciativa que al final todos te siguen sin lugar a dudas éste es tu avatar, sos hija del fuego.

Encontrá tu punto éter

Si ya te identificaste con alguno de los elementos llegó el momento de deconstruirlo todo. Porque si tenés mucho de alguno… ¡significa que tenés que ir desarrollando algo de los otros elementos para llegar a tu equilibrio, es decir a tu punto éter! Según Aristóteles el éter es el material del que están hechos los astros, o sea los antiguos dioses. Es un material estable, que se mueve en círculos, el alma, la esencia, eso que no se apega a las leyes físicas. Los alquimistas también trabajaron con la idea de éter y otro tanto los primeros  físicos, por ejemplo Newton.

Para nosotros los astrólogos el éter es como ese punto central del encuentro entre los 4 elementos, la intersección de los dos brazos de la cruz. Y las personas, para experimentar el bienestar, la serenidad, la felicidad, precisamos buscarlo. Nadie puede serlo todo, los 4 elementos a la vez, por eso te recomiendo rodearte de personas que te complementen. Si sos muy estable, buscar amigas inquietas, o aventureras. Si sos demasiado sensible y empática, unirte a una pareja con sentido común, re práctica. O reconocer en personas cercanas ese elemento que te falta y “absorberlo”, sumarlo de a poquito a tus poderes ya establecidos.

Rechazar lo diferente, dejarlo fuera de tu vida, acentúa el desequilibrio. Y lo que te propongo es incorporar pequeñas dosis de lo demás, hasta que razón, pasión, emoción y posesión ingresen en tu sistema. Hasta que alcances la plenitud de los dioses, es decir tu punto Éter.

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por Redacción OHLALÁ!


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