Venus en Sagitario: cuál es el impacto de acuerdo a tu signo del zodiaco
Te contamos las claves para entender y disfrutar del período.
16 de noviembre de 2022
Cómo será el paso de Venus por Sagitario. - Créditos: Valentina Bussi.
El planeta del amor, el placer y el bienestar llega a la energía de fuego de Sagitario ¿Cuáles serán las claves para entender y disfrutar de este período?
De qué se tratará este tránsito
El 16 de noviembre, Venus deja el intenso y profundo signo de Escorpio y comienza su paso por Sagitario, que durará hasta el 10 de diciembre. Durante esta etapa, viajamos más livianas: nos ponemos optimistas, positivas, le buscamos el sentido y el lado filosófico a todo, y deseamos ampliar nuestros horizontes. El contacto emocional se da desde la buena onda y la despreocupación.
Pero ¡no nos olvidemos de la naturaleza equina del Centauro! Hay que conducir sus riendas con atención. Los riesgos de una manifestación inarmónica de Venus en Sagitario tienen que ver con la negación, la “honestidad brutal”, la exageración y la ceguera ante el peligro.
La manera armónica de vivir este tránsito tiene que ver con conectarnos con el disfrute en libertad y siendo sincera con nosotras y con los demás sobre nuestro deseo, pero con responsabilidad afectiva para no herir ni herirnos, y siempre sopesando las posibles consecuencias de nuestros actos.
En los signos
Esta energía les resulta más natural a los signos de fuego: el propio Sagitario, Leo y Aries, como también a los que están en sextil: Libra y Acuario. Disfrutarán de un período de confort, a tono con su manera habitual de sentir y expresarse.
Quienes se sienten menos a gusto con el estilo sagitariano son los otros signos mutables: Géminis, Virgo y Piscis. El desafío tiene que ver con dos cuestiones: primero, habilitarnos a conectarnos con nuestro mundo afectivo desde un lugar que no acostumbramos, y que puede hacernos sentir inseguras y expuestas, para en un segundo momento poner al servicio de nuestros vínculos (y de nuestra relación con nosotras mismas) aquello de nosotras que aflore de esta interesante exploración.
Tauro, Cáncer, Escorpio y Capricornio sentirán la impronta sagitariana en el ambiente, pero con un impacto menor en sus vidas.
Venus en Sagitario nos brinda la oportunidad de crecer a partir de nuestros vínculos y del cultivo de nuestros placeres y bienestar. Al buscar el sentido de nuestras interacciones y deseos, y hacerlo desde la curiosidad y la frescura, con genuinas ganas de aprender sobre nosotras y nuestras relaciones, nos damos permiso para llevarlas a otro nivel de conciencia, mucho más expansivo.
Cómo se relacionará Venus con los otros planetas
Hasta la última semana de noviembre, los contactos de Venus serán o bien armónicos o neutros: seguirá en conjunción con Mercurio y con el Sol (que se unirá a la energía sagitariana el día 22), estará en trígono con Júpiter, que es el otro gran benéfico y el planeta que rige al signo del arquero, y también participará de la Luna Nueva del día 23, muy cerquita de este contacto. Con esto, el aprendizaje queda planteado en términos fluidos, tranquilos y disfrutables, con abundancia y nuevas nociones señaladas por nuestras necesidades emocionales profundas. El sextil a Saturno nos habla de límites bien puestos y de reglas claras, que podemos seguir para nuestro bienestar.
La última semana de noviembre, el panorama se tensa un poco con la oposición entre Venus y Marte, que recaerá sobre Neptuno. Pueden caerse algunas ilusiones o descubrirse engaños. Será cuestión de estar atentas, no dar señales confusas ni aceptar comportamientos ambiguos. El desafío será equilibrar la energía yin y yang, la receptiva y la activa, la que busca conquistar y la que prioriza el placer. Como al mismo tiempo Venus se va a estar abriendo del contacto con el Sol, podemos notar que el entusiasmo merma un poco y que podemos encarar la esencia de nuestras emociones y relaciones con algo de distancia.
El tránsito de Venus por Sagitario se cierra en tensión con la Luna y con Júpiter: va a ser el momento para sopesar los aprendizajes del mes, darle a lo que sentimos su verdadera dimensión, sin adornos ni grandilocuencias, y prepararnos para la sensatez y el realismo que va a proponerle Capricornio, su próxima parada, a nuestro planeta del amor.