Cannabis: buscan reinsertar el uso del cáñamo en la industria textil argentina

¿Qué es el cáñamo? El cáñamo es una variedad de la planta de Cannabis sativa que se cultiva específicamente para usos industriales, es la fibra natural más antigua utilizada por el hombre. Por su versatilidad, esta planta acompañó al hombre a lo largo de gran parte de su historia: es uno de los cultivos más antiguos del mundo, su fibra fue una de las primeras en ser hilada. En la Mesopotamia fueron encontrados restos de tela de cáñamo del 8.000 A.C. En ese entonces, la utilizaban para confeccionar túnicas y velas de barcos.

"A diferencia de la marihuana -que contiene entre un 25 y 30% de THC- el cáñamo cuenta con menos de 0,3, por lo que no tiene propiedades psicoactivas. Pero siglos atrás, este dato no se conocía y la planta fue prohibida en la mayoría del planeta, clasificada incorrectamente como una droga", explica Yvon Chouinard, fundador de Patagonia, la marca norteamericana de ropa para deportes al aire libre.

"En Volga creemos que lo que elegimos usar habla de quiénes somos y qué representamos. Elegir un producto hecho de manera consiente con el medio ambiente es un acto simple que ayuda a cambiar el mundo", dice su creadora. La marca se pensó a partir de la necesidad de generar un cambio en el consumo de productos textiles. "Creemos que no hay que sacrificar ni el estilo ni la funcionalidad de los productos para tratar a nuestro planeta con el cuidado y respeto que estos tiempos imponen", agrega.

Hoy la industria textil es el segundo sector más contaminante a nivel global y la que más agua y agroquímicos utiliza. Esto fue lo que motivó a Anastasia a unirse al movimiento del slow fashion. "A través de nuestra propuesta queremos acompañar a las personas en la elección de productos duraderos y funcionales, donde no tengan que sacrificar diseño y estilo por consumo consciente y responsable", dice Anastasia.

El cáñamo es una de las fibras naturales más versátiles del mundo: se destaca por tener grandes cualidades regenerativas en el medio ambiente. Tiene el potencial para mitigar el cambio climático, ya que absorbe más dióxido de carbono que otras plantas. "Una hectárea de cáñamo industrial absorbe más de 24 toneladas de CO2", cuenta Anastasia. Los tejidos son compostables y biodegradables: tarda aproximadamente 4 años en descomponerse.

Esta variedad del Cannabis es una de las mejores plantas para “curar” el suelo mediante la fitorremediación, proceso por el cual elimina naturalmente toxinas tales como los metales pesados, pesticidas, solventes, explosivos y petróleo. Ayuda a dejar un suelo limpio, equilibrado y rico en nutrientes, es decir, listo para usar.

La planta es extremadamente resistente y no necesita fertilizante. Asimismo, como crece rápidamente no es necesario el uso de pesticidas ni herbicidas, por lo tanto, no daña la tierra. Puede ser utilizado como materia prima en la elaboración de más de 25.000 productos. Se pueden fabricar textiles, cuerdas, papel, materiales de construcción, biocombustibles y alimentos.

En la antigüedad, los tintes naturales fueron los primeros en darle color e identidad a los textiles: los colores provienen de árboles, cortezas, frutos, hojas y desechos orgánicos. "Teñimos todas nuestras telas en pequeñas cantidades íntegramente de manera artesanal y con materiales naturales en pos de disminuir el impacto en el medio ambiente", cuenta Anastasia.

La particularidad de este proceso de teñido es que ningún paño sale igual al otro, cada uno tiene un color único e irrepetible. Cada paño tiene aproximadamente 2 metros y el proceso de teñido lleva entre 3 y 4 días, en los días de lluvia los plazos se alargan un poco más.

Muchas veces los textiles presentan marcas más intensas o algo de “veteado”, éstas le dan a nuestros productos una personalidad única e imperfecta propias del trabajo artesanal. Asimismo, los colores pueden ir transformándose a lo largo del tiempo, con el uso, el sol y la lluvia esto hace que cada producto sea único e irrepetible.

A diferencia de los procesos de teñido industrial, en el teñido con tintes naturales se utilizan muchos menos recursos y agua. Además, los excedentes del mismo son biodegradables, es decir, el agua utilizada puede ser devuelta a la tierra inmediatamente sin ningún tipo de tratamiento ya que no se utilizan químicos ni materiales tóxicos.

"Nos enteramos que volvía la Feria Puro Diseño en mayo. Por supuesto que la teníamos en el radar, pero no sabíamos si este año se iba a realizar a raíz del Covid", cuenta la emprendedora. Y así, como quien no quiere la cosa, mandó un simple mensaje por Instagram.

"Me la jugué y les escribí desde mi cuenta personal pidiendo información y manifestándoles nuestro interés de participar. Me contestaron y me pasaron un link con un formulario para presentar", cuenta Anastasia. Ese es el primer filtro de esta prestigiosa feria. A mediados de mayo la contactaron por mail para presentarle la propuesta comercial y le informaron sobre la fecha de la curaduría.

 

 

"La curaduría se realizó el 30 de mayo y el 31 retiramos las cosas. Cuando las retiré tuve la primera pista de que habíamos entrado porque la persona que me entregó las cosas me hizo varios comentarios muy positivos sobre los productos. Pero la verdad es que no sabíamos, había que esperar. Por suerte un par de días después llegó la respuesta y la felicidad fue absoluta", cuenta la creadora de Volga.