
Escapada de verano a Tandil: el plan ideal para reconectar con la naturaleza y la aventura
A pocas horas de CABA, las sierras de Tandil prometen un cambio de aire ideal para recargar pilas antes del brindis de fin de año. Combina deporte, actividades en la naturaleza, gastronomía de autor y descanso con las mejores vistas.
4 de diciembre de 2025 • 13:40

En Tandil combinás aire serrano, deporte, naturaleza y descanso; es ideal para una escapada en familia. - Créditos: OHLALÁ
Una docena de caballos, ponys y petisos se acercan al alambrado para recibir un pedazo de pan; a pocos metros, tres llamas observan con cierta desconfianza desde su corral. Manolo, un perro de mediana edad y sin raza, nos sigue moviendo su cola durante todo el recorrido por Las Cavas "Padre Nuestro", una granja de 112 hectáreas próxima al Cerro Centinela, ubicado en las afueras de Tandil. Camina pegado a Marga, su dueña, a quienes todo reconocen en esta ciudad como una gran amante de los animales. Con frecuencia llegan distintas crías que no tienen donde ir; algunas quedaron huérfanas, otras fueron rescatadas luego de haberse perdido en el camino. Siempre que puede las acepta, cuenta.
Durante tres días, la ciudad de Tandil funcionará como un paréntesis perfecto al ritmo frenético del celular. Lo urgente ahora es estar presente. Si podés planificar una escapada antes de fin de año para renovar el aire previo al brindis, no lo dudes. En el caso de salir desde la ciudad de Buenos Aires te separan de Tandil 352 km, y tan solo 173 KM si salís de Mar del Plata, la principal ciudad de la costa bonaerense.
Escaparnos, en realidad, es una excusa para reencontrarnos con otra cosa. Siempre que puedo viajo por el país junto a mis hijos, ns gusta la ruta, me gusta manejar, y ya tenemos alguns códigos internos que agilizan la salida: mi hija se encarga de armar la playlist mientras reviso aceite, agua y nafta; el más chico define qué podemos llevar para picar en el camino. Todo listo.
Una granja para desconectar del celular

Se puede trepar a los fardos de granja Las Cavas, luego de visitar a las ovejas y dar de comer a los caballos. - Créditos: Las Cavas Tandil
Es mediodía, el sol pica, pero el aire se siente fresco. En la granja de Marga hay setenta vacas lecheras y terneros, cincuenta corderos y unas cien ovejas; también conejos y pollitos recién nacidos, un gallinero y un gallo que responde cuando lo llamas al grito de Alfonso.
Nos acercamos a Bartolo muy despacio para no asustarlo, aunque no hace falta porque es un cordero muy sociable, nos confirma Marga. También nos dirá que lo alimenta con leche tibia dos veces al día y que permite que sus visitantes también lo hagan. Bartolo nació en agosto con una patita chueca que le impide alimentarse directamente de su madre: no se puede mantener parado y sus hermanos le quitan el lugar.
Al atardecer, y en especial cuando hay luna llena, se puede hacer una caminata grupal para ver la puesta de sol con ascenso a un cerro de muy baja complejidad. Todo culmina con un fogón y una picada de campo con productos artesanales de la zona. Imperdible.
Dónde: Cantera Montecristo, Av. Estrada.
Más info: www.lascavastandil.com.ar

Bartolo, el cordero que te espera para que lo alimentes. - Créditos: Las Cavas Tandil
Desafíos deportivos y naturaleza
Fundada en abril de 1823 y conocida popularmente por la Piedra Movediza, la ciudad de Tandil tiene múltiples historias para contar dispersas en sus casi 5 mil kilómetros cuadrados, donde conviven cerros y sierras, arroyos y el Lago del Fuerte, un embalse artificial en el centro de la ciudad que fue creado en 1951 para contener las aguas de los arroyos serranos y evitar inundaciones. Acá se puede practicar deporte acuático, salir a correr, tomar mate en la orilla del lago; también hay barcitos para comer al aire libre y juegos para chicos.
Para almorzar, en La Orilla resto café probamos las “pizzanesas” (milanesas gigantes con muzzarella) por sugerencia de la moza que, sin equivocarse, aseguró que comemíamos los tres. Muy cerca, un laberinto de cerco natural llamó nuestra atención cuando ya estabamos por subirnos de nuevo al auto: entramos a recorrerlo; es sencillo pero muy divertido, se tarda unos 10 minutos en encontrar la salida.

La palestra para escalar tiene más de 10 metros de altura y distintos niveles de exigencia. - Créditos: OHLALÁ
Más tarde, camino al cerro Centinela (a quince minutos del Dique), nos encontraremos con docenas de chicos que ajustan su casco y acomodan su arnés, ansiosos por escalar, usar las tirolesas y atravesar desafíos en puentes colgantes. “Acá buscamos que los pibes jueguen, se desafíen y se animen a resolver situaciones de conflicto”, me comentará Julián Roig, profesor de educación física y coordinar del Parque Aéreo de Aventura de Tandil. De la palestra donde se escala a más de 10 metros de altura, una nena muy flaquita avisará con un toque de campana que llegó a lo más alto; desde abajo recibirá aplausos.
En este sitio no es posible pasar de pantalla en cuestión de segundos: se necesita esfuerzo, poner el cuerpo y tener confianza en uno mismo. “Muchas veces recibimos chicos que suben con miedo, pero en el transcurso del recorrido, logran descubrir herramientas internas que ni conocían", comenta el coordinador del parque. Con la actividad al aire libre, además de entusiasmarlos, también dice que los anima para afrontar sus incomodidades y para que prueben caminos alternativos antes de llegar a la meta.
Dónde: en Paraje La Elena, sobre calle sin numeración (es de fácil acceso con mapa)
Más info: www.parqueaereotandil.com
La mejor vista acompañado de buen descanso

En lo alto de un cerro, la pileta de Elegance Hotel Tandil te invita a olvidarte de la rutina y los pendientes. - Créditos: Elegance Hotel Tandil
Para dormir inmersos en las sierras bonaerenses elegimos Elegance Hotel de Tandil, uno de los sitios con las mejores panorámicas de la ciudad, ubicado en la cima de un cerro virgen, pero a diez minutos de mercados y bares céntricos.
De familia de productores agropecuarios, su actual dueño, José Braceras, recuerda que en 2006 sus padres se enamoran justamente de la vista panorámica que ofrecen estas tierras serranas. En ese momento no había camino; se subía caminando y el auto esperaba en la base. Al enterarse de que ese terreno estaba en venta (a un valor accesible, dice), su familia se arriesgó y buscó hacer negocio.
Con orgullo, destaca que su hotel tiene varios premios de arquitectura y que proyectan un verano muy bueno con turismo de distintas partes del país y del exterior. Es cierto: la pileta integrada al cerro, las propuestas de relax en spa, el desayuno continental y la atención cálida y personalizada de cada una de las personas con las que conversás en el hotel, hacen que ya estemos pensando en volver.
Dónde: RN226 Km. 160.5
Más info: www.elegancehotel.com.ar

Un spa sobre la sierras con sauna seco y sauna húmedo. - Créditos: Elegance Hotel Tandil
Un antiguo casco de estancia renovado para el público
La Estancia La Elena nos espera del otro lado de la ciudad con una historia que, fuera de los límites de Tandil, pasa inadvertida. Johannes Franz Bernhardt, un poderoso empresario alemán nazi, general de la SS y colaborador del dictador español Francisco Franco, se refugió en este sitio durante más de 20 años para evitar ser juzgado. En 2001, luego de que pasaron 30 años de su muerte, el casco de estancia resignificó su pasado gracias a Claudia Moreno.
En un primer momento, la emprendedora rebautizó uno de los antiguos salones para la realización de eventos y fiestas y lo llamó “Fuente de Alegría”. Para el 2020, surgió la idea de recuperar el resto de las hectáreas y construir un hostel junto a cabañas en los árboles para turismo joven; finalmente, el año pasado, se inaguraró el hotel boutique que funciona en el antiguo casco de estancia, el cual fue remodelado siguiendo el espíritu arquitectónico de la época.
Acá se pueden hacer cabalgatas, avistaje de aves y participar de distintos talleres culturales aunque no te encuentres hospedado. Sonriente y de mirada penetrante, Claudia destaca la reciente apertura de La Elena Café y Patisserie de autor, ubicado en la antigua casona sobre un jardín centenario: es su nueva apuesta. La carta ofrece delicias de la cocina francesa que no deberías pasar por alto, en especial, las cookies de frutos rojos, que se sirven tibias y recién horneadas.

En los jardines de la antigua estancia La Elena podés tomar café y probar delicatessen de la cocina francesa. - Créditos: Gentileza La Elena
Un movimiento rápido en los arbustos de la entrada captó nuestra atención: fue la cola negra y blanca de una iguana de más de 30 centímetros la que provocó un ruido sutil, pero suficiente, para mover las hojas y marcar un camino. La seguimos, distraidos, y tuvimos suerte de que nos condujera hasta nuestro grupo de cabalgata.
En Estancia La Elena, todos los fines de semana se hacen recorridos a caballo junto a un guía, un amante del lugar que no solo indica por dónde conviene ir, sino que enseña cómo comunicarse con cada caballo. Me tocó probar suerte con Rosalinda, la yegua con la que recorrí durante más de una hora un bosque centenario atravesado por un delgado arroyo. El guía resaltó que los caballos son seres sensibles y que sienten nuestra confianza (y nuestro miedo también); por eso, mejor ser respetuosos y permanecer atentos a ciertos gestos: por ejemplo, si las orejas van para atrás y sus ojos están demasiado abiertos, es probable que el caballo esté nervioso. No forzar y caminar a paso lento, en estos casos, es lo mejor.
Dónde: Huarruca 2102, Pje. La Elena
Más info: www.estancialaelenahotelboutique.com.ar
Época de quesos, un clásico a donde siempre regresar

En Epoca de quesos se puede almorzar, cenar, o pasar a buscar los mejores salamines de Tandil. - Créditos: OHLALÁ
La cola para ingresar a la centenaria casona de campo es inevitable durante los fines de semana. Estamos en la única esquina sin ochava de Tandil que mantiene su impronta tradicional: donde antes había una pulpería y una posta de carretas, desde 1990 funciona Época de quesos, la empresa familiar fundada por Teresita Inza, que comercializa una de las mayores variedades de quesos, salames y delicatesen de la zona.
Son más de treinta las personas que esperan pegadas al mostrador; una pareja debate por lo bajo si llevar quesos con hierbas, ahumados o con pimientos. Durante todo el año hay promociones con salame y queso a elección para llevar de recuerdo y para regalar, si es que llegan.
Almorazamos en una mesa debajo de un techo enano, frente a una pequeña puerta de madera maciza. Parecía la casa de los pitufos, según mi hijo. El mozo, un lugareño de unos cincuenta años que achinaba sus ojos seguido de una sonrisa al terminar las frases, sugirió comenzar por la provoletta con hierbas y, por supuesto, tenía razón. Luego, trajo una picada completa, unas papas y una limonada con jengibre para compartir entre tres. De fondo, un artista callejero tocaba un tango con guitarra criolla y sin micrófono; sonaron aplausos y algunos coros entusiastas cuando anunció que el próximo tema sería uno de Gardel.
Dónde: 14 de julio 604
Más info: www.epocadequesos.com
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