Ropa usada: empezó vendiendo la de su hijo y hoy tiene una plataforma con más de 25 mil usuarios
Con la idea de darle una segunda oportunidad a la ropa, creó una tienda que apuesta a reducir el impacto ambiental.
27 de septiembre de 2022
Empezó en 2014 vendiendo la ropa usada de su hijo y hoy tiene una plataforma con más de 25 mil usuarios
“Toda mi vida compré ropa usada. Siempre me gustó la idea de darle una segunda oportunidad a la ropa”, asegura Luján Lissarrague, creadora de Comunidad Vestireta, una plataforma online de compra-venta de indumentaria infantil usada, que hoy tiene más de 25 mil usuarios.
“La industria de la moda es la segunda más contaminante. No solo vendemos ropa usada, sino que queremos cambiar hábitos. Apostamos a la solidaridad, a la colaboración y a la generación de una comunidad donde todos obtengan beneficios”, señala. Al reutilizar la ropa, se reduce el impacto ambiental asociado a la producción, distribución y comercialización de productos nuevos. Además, generan campañas de donación para diferentes fundaciones.
Comunidad Vestireta
La idea nació junto con su primer hijo en 2014. Luján trabajaba en una empresa y viajaba mucho al exterior. “Con una amiga trajimos ropa a morir, compramos cualquier cosa. Después de tener a nuestros hijos, nos dimos cuenta de que no usábamos ni un cuarto y empezamos a pensar qué podíamos hacer con eso”, relata.
Investigaron el mercado y tomaron modelos de España y Estados Unidos. Empezaron tímidamente con una cuenta de Instagram y una web, pero no funcionaba. “Yo hablaba con otras mamás y me decían que donaban la ropa, pero había cosas que estaban impecables. Junté todas las ideas y me enfoqué en ropa usada. Eso le daba la posibilidad a las mamás comprar otras prendas a precios accesibles. La idea es poder generar una economía más colaborativa y sustentable, pero también es un negocio”, explica.
En 2019, comenzó un proceso de rediseño de la marca, una nueva tienda online y la logística para adquirir la mercadería. Se asoció con una amiga, experta en marketing digital, y de 300 seguidores pasaron a casi 30.000. Compran en firme por lote de prendas en buenas condiciones, y luego Luján y su equipo se ocupan de fotografiarlas y subirlas al e-commerce. En plena pandemia, su socia tuvo que abandonar el negocio y Luján se quedó sola. Pero eso no la amedrentó. “Si yo quería crecer, no podía abarcar todo. Empecé a delegar: busqué alguien que maneje las redes, alguien que me haga las fotos y armé un equipo. El año pasado explotó el negocio y logramos posicionarnos”
Los consejos de Luján
“Animate. No hace falta tener una idea recontra original. Lo importante es creer en una misma, saber que tenés la capacidad para hacerlo y confiar en que lo vas a poder hacer. También es importante disfrutarlo, porque cuando dejás de disfrutar, hay que parar.”
“Dejá las creencias limitantes. Ser emprendedor implica trabajar mucho, pero no necesariamente en el modelo de oficina. A mí me costó manejar los horarios, pensaba que si no trabajaba 8 horas no era productiva. Fue un aprendizaje.”
“Interiorizate. El mundo infantil es un nicho muy interesante. Para los niños se gasta mucha plata. Sea que hagas ropa o muebles para chicos, es necesario que te interiorices sobre el tema, que conozcas distintos tipos de educación, de pedagogías, hacia dónde van las tendencias.”
“Hacelo sustentable. Si estás por arrancar un proyecto o producto nuevo, fijate si podés utilizar algún material reciclable o hacer que tu proceso de producción no sea tan contaminante. Hay cosas que se pueden evitar como las bolsas plásticas individuales para la ropa. Quedan divinas, pero el costo para el planeta es enorme.”
“Poné límites. Con la de venta online estás todo el tiempo conectada y no cortás nunca. La gente es muy impaciente y si no le respondés el mensaje en Instagram, te escribe por Whatsapp. Hay que ser empática con el cliente, pero también estipular los horarios de contacto, que sepan que detrás de tu marca hay personas, no máquinas.”
En números
Inversión inicial: $330.000
$520.000 factura en promedio por mes
3 personas trabajan en el equipo
+ 1500 clientas recurrentes
25 prendas es el lote mínimo para vender
27.9 K seguidores en Instagram