10 preguntas para diseñar el mejor plan en estas vacaciones

Hace unos años, los viajeros tenían las cosas un poco más claras. Al menos sabían si querían ir a esquiar o a la playa, decidían sólo entre calor o frío. Pero hoy emprender un viaje es un tanto más complejo. Porque ante la variedad y cantidad de oferta, la confusión aumenta. No sólo el destino (el mundo se achicó, todo parece estar más cerca y accesible), sino también las opciones de alojamiento. Están los hoteles para los más tradicionales, pero también los departamentos que brindan una experiencia de vivir como un nativo y que también resultan atractivos para un público más joven.

“Como las opciones son tantas, es importante establecer prioridades, preguntarte antes que nada qué te querés llevar de este viaje –dice Francisco Lallane, gerente de comunicación de Trivago, el buscador que compara tarifas de hoteles–. Viajar es siempre una oportunidad de conocer nuevos lugares, culturas, experimentar nuevos sabores. Es una aventura. Por lo que creo que la decisión más importante es saber qué esperás que te quede del viaje al volver a casa”. A continuación. una lista posibles de las preguntas que conviene hacerse antes de elegir qué hacer en las próximas vacaciones.

Es una pregunta fundamental, que muchos evitan hacerse. Porque las ofertas son tantas y tan tentadoras que muchas veces se termina cambiando el destino en función de la oferta, pero en realidad no es lo que uno hubiera elegido. “Lo mejor es privilegiar los gustos personales y dentro de eso buscar ofertas. Es mejor viajar a un lugar que te gusta o que tenés ganas de conocer, que a un lugar que no estás con ganas y sólo vas por lo económico. Son tus vacaciones y tenés que pasarlo bien”, recomienda Lallane. Por su parte, Gastón Tudesco, gerente comercial de la agencia TTS, reconoce que hoy en día “la oferta tienen un peso importante”.

¿Casi 24 horas para ir hasta Bahía? Sí, es posible. Los vuelos baratos tienen al menos dos escalas y el tiempo de espera entre un avión y otro suele ser largo. Por eso, al momento de comprar un pasaje aéreo, hay que fijarse bien cuánto se tarda en llegar a destino. “Si son jóvenes o una pareja en un rango entre 20 a 35 años priorizan el precio y por regla general los vuelos más económicos son con al menos una escala –sostiene Tudesco–. Mientras que pasajeros con hijos o mayores de 35 priorizan los vuelos directos.” El gerente general de Despegar, Guido Glikin, sostiene que “para familias con niños, los viajes con escalas, si se pueden evitar, mejor, dado que la tolerancia a un viaje por parte de los menores puede agotarse durante el trayecto al destino en varios momentos –plantea–. Viajar sin escalas, a pesar de ser menos económico, acorta los tiempos y ayuda a fijar las condiciones de un viaje”.

“Es recomendable un paquete turístico, para que tengamos todos los servicios contratados dentro de una misma reserva y los precios son más económicos, ya que muchas compañías aéreas ofrecen tarifas especiales para contratarlas en un paquete turístico”, asegura Tudesco. Y Glikin coincide: “Salir de viaje con la mayor cantidad de servicios ya pagos y en moneda local ayuda a controlar los gastos”. Sin embargo, Lallane sostiene que no es fanático del paquete cerrado ya que no da lugar a la improvisación, a poder descubrir los destinos desde otro punto de vista. “Es mejor armar el viaje de acuerdo a lo que uno quiere, tener flexibilidad. Además, muchas veces armar el viaje a tu medida te permite ahorrar más.”

Cuanto antes, mejor. “Ambas alternativas son válidas, pero siempre comprar con anticipación es una buena solución por la seguridad y la mayor cantidad de opciones que tiene el viajero. Se pueden encontrar buenas ofertas a último minuto pero no siempre en las condiciones deseadas”, sotiene Glikin. Tudesco, de TTS asegura que “la recomendación es que si ya tenemos en mente nuestro próximo destino no dejemos pasar el tiempo, la anticipación puede hacer una gran diferencia en el precio, especialmente el de los vuelos.ya que las compañías aéreas segmentan sus precios por clases tarifarias. A medida que se van tomando los lugares, pasamos al valor de la siguiente tarifa.” En el caso de los hoteles, Lallane considera que de 30 a 50 días antes de viajar es el tiempo ideal para hacer la reserva.

“Si lo que se busca es tirarse en la playa, dormir y comer, recomiendo el all inclusive. Pero si la idea es explorar el destino, el all inclusive te corta el poder de probar diferentes comidas, de salir del hotel, de descubrir nuevos lugares”, advierte Lallane. Y Tudesco agrega: “Hay destinos como el Caribe en los que es recomendable el régimen all inclusive por el tipo de infraestructura hotelera, y los precios”.

“El ámbito de la playa es el lugar más amigable para un plan de comidas all Inclusive, pero no para ciudades u otros destinos”, advierte Glikin.

“Siempre es bueno un hotel –asegura Tudesco– porque permite disponer de las instalaciones, de información del destino, seguridad, amenities especiales.” Lallane asegura que “no hay como el hotel, te atienden, te miman y te cuidan. Creo que eso es muy valioso, Además, en el hotel te ayudan, te guían y son tus aliados a la hora de conocer la ciudad”. Aunque no los descarta, Glikin asegura que “los departamentos son una opción natural para períodos más extendidos de viaje, para viajes en familia en donde es más fácil bajar los costos y en donde los viajeros optan por viajar menos, poco o nada, dentro del país en destino. El departamento es como un ancla, una opción para quedarse en un lugar determinado”.

Documentos, permisos seguro médico... son cosas básicas, pero muchas veces se pasan de alto cuando se viaja con niños. Otra decisión es si viajar durante la noche o durante el día. En caso de hacerlo en avión, reservar los asientos para viajar todos juntos. Si se va a un hotel, que las instalaciones estén adaptadas a los chicos, que tengan actividades para ellos. “Y fundamental: tener mucha paciencia y no intentar conocer todo de golpe porque la van a pasar mal todos”, advierte Lallane.

Temporada de lluvias, de huracanes. Frío o calor intenso. Muchas veces ir a ese destino soñado en la época donde pensamos viajar no es lo ideal. “Es importante conocer la mejor época de ese destino”, dice Lallane.

“Hoy los teléfonos móviles son un gran aliado de los viajeros: mapas, restaurantes, alojamiento y traductor, nos facilitan la experiencia”, asegura el gerente de Trivago.

Parece una obviedad, pero vale la pena hacerse también esta pregunta. Viajar para descansar, para conocer, para vivir experiencias diferentes. Todas las respuestas son válidas. Pero cada una lleva a un lugar distinto.