A orillas de la laguna Vitel

En total, doscientas hectáreas orillando la laguna Vitel, con un casco principal estilo Tudor; nueve confortables habitaciones, más una casa secundaria; quincho bien equipado, donde se hacen las comidas y se comparten los tiempos comunes entre los hospedados, pues tiene equipo de música, DVD, juegos; un bosque frondoso con tipas, plátanos y casuarinas centenarios; los caballos para cabalgatas, y los kayacs y botes para pasear o pescar tarariras.

Los amantes de las plantas podrán recorrer este bosque y también el parque cuidado hasta la obsesión en compañía de Enrique Pierri, bisnieto del fundador de La Horqueta, que hasta escribió un libro sobre las distintas especies arbóreas existentes como guía para los interesados. Entonces, la charla versará sobre robles americanos y de los pantanos, liquidámbares, cipreses calvos, fresnos, palmeras canadienses, paraísos, casuarinas, acacias de Constantinopla, cedros, aguaribay y los cientos de ejemplares más que pueblan el parque.

Gracias a la terminación del tramo de la ruta 2 a la altura del pasaje El Pato, en el cruce con la 36, La Horqueta se convirtió en una opción válida para interrumpir el viaje hacia la costa con un muy buen asado y cabalgatas, o un paseo por la laguna.

Pierri es el actual propietario de la estancia, que permanece en manos de la misma familia desde 1900, cuando el médico Fermín Pierri compró el establecimiento.

Ahora fue incorporado Quique, el asador, que "con manos maestras prepara un asado de tira con lomo y vacío, riquísimas mollejas, chinchulines y riñones", según Pierri. El asador, además, es el encargado de ofrecer el "curso de asador" para que los extranjeros aprendan todos los pasos para hacer un asado criollo.

Otro programa que entusiasma a nacionales y foráneos es el paseo en bote por la laguna Vitel hasta la isla, donde ya hace años anida una garcita blanca y se pueden ver miles de nidos con sus pichones. Despacio, sin hacer ningún ruido, los botes se acercan a la nidada donde están las avecillas, cuatro o cinco por nido, que al ver a los turistas levantan vuelo.

Enrique Pierri es muy inquieto y todo el tiempo incorpora novedades. Como la cata de vinos de la mano del sommelier Raymundo Ferraris. Para Raymundo, "la única forma de aprender de vinos es probando". Y Marta y Adriana culminan la velada ofreciendo sus platos -entrada, principal y postres-, que se acompañan con los vinos previamente degustados.

Desde hace años, a Pierri lo acompaña como encargado Jorge Young. Bautizado como el Payador de la Laguna por el periodista Francisco Juárez, que durante muchos años descubrió lugares cerca de Buenos Aires para esta misma sección de LA NACION. El paisano de rasgos gringos improvisa un piropo o un verso a extranjeros y locales a la hora de las musas.

La Horqueta es ideal para descansar y sentirse bien atendido.

Por Silvina Beccar Varela