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A upa




Lupita, mi chiquita...Nos quedamos solas toda la tarde, viste qué bueno. Extraño a tu hermana, siempre lo hago cuando nos separamos, pero está bueno tener este tiempo para nosotras. Ahora mami se vino a la computadora, siempre lo hace, es verdad. No, no hay ningún otro hijo detrás de estas luces titilantes, hay muchas personas, todas virtuales, es raro de explicar. Están ahí pero de una manera distinta a la que solemos estar en la vida. No importa, mi chiquita, estas explicaciones las dejamos para más adelante.
Pero bueno, como te decía, me vine a la compu a escribir eso que mami llama "el post", seguro habrás escuchado esa palabra saliendo de mi boca. Es un trabajo de mami, una actividad que hace en este mundo complejo del que hablábamos, que de a poco irás comprendiendo. Mami últimamente escribe esto por las tardes, sí, porque estas últimas semanas ocupa sus mañanas en ése lugar al que vamos, lleno de barullo adolescente, de chicos con uniforme, de otras mamis charlatanas (¡de solcito caliente!). El cole de Chini, claro. Es cierto que tu hermana ya terminó la adaptación, pero a mami le encantó esto de pasarse 3 o más horas con vos en brazos. Entonces mami sigue buscando excusas para repetir este ritual que varias veces tildó de cansador... "Cansada", quizás escuchaste esa palabra. Viste que a cada rato le digo a papi que me siento de esa manera, no? Pero bueno, lo cierto es que mañana o tal vez pasado me junte de nuevo con esa otra mami, con la que charlamos tanto. Viste, ésa que también te tuvo a upa, la mamá de Marco.
Ahora cuando mami termine de escribir esto, te voy a dar un ratito la teta, vas a hacer tu provechito tranquila y nos vamos a tomar un helado. ¿Qué te parece? Te llevo en la mochilita, dale, aprovechemos que todavía sos liviana, gordita. La tarde está preciosa, hay un solcito tan agradable como el de la mañana.
¿Qué les preguntamos hoy? (a Ustedes) ¿Cómo se llevan o llevaban con sus bebés recién nacidos? ¿Les hablan de chiquitos? ¿Los tienen en brazos? ¿Los prestan a otras manos? ¿Quieren dedicarles (nuevamente) algunas palabras a sus hijos? ¿Nos tomamos esa licencia de mimosearlos un rato? ¿Les decimos por enésima vez cuánto los amamos?! ¿Son de hacerle cosquillas, de mimarles la papada, de olerlos, de besuquearlos? A las no-mamás, ¿cómo se imaginan?

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