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Aquí estamos




Aquí estamos, después de una semana sesuda a medias, pero con una recta final intensa. Ya tomé mi jarrito "más leche que café", ya comí una medialuna y el pequeño brownie que viene de yapa.
Leí los últimos comentarios del post de ayer, es lo primero que hago cada mañana. Y me quedo masticándolos, muy contenta en general por el constante ida y vuelta.
Tengo una sensación rara en el pecho. Una sensación de adrenalina por saberme viva, confianza en la Fuerza (que nos mueve) y ciertas molestias.
Me llama mucho la atención una camarera hoy. Una mujer que siempre, siempre, siempre está tan pero tan seria. Y yo que soy siempre ando sonriéndole (de más) para que me sonría y no, no hay caso, no va a regalarte ni media mueca, no insistas.
¿Por qué será que a veces nos endurecemos tanto? ¿Cuánto desamores y decepciones habrá pasado para volverse tan rígida? ¿Cuánto dolor esconde un rostro casi sin expresión? ¿O es sólo cuestión de hábito?
Quizás tenga un mal día, o quizás demasiado tímida, no? Veo que con el resto de los clientes actúa de la misma manera, pero no así con sus compañeras.
Respiro hondo, me espera una jornada larga. ¿Será que como ella hoy estoy un poco descreída?
¡En fin! ¡Ánimo! ¡Fuerza! ¡Magia!
¿Se animan NUEVAMENTE a describir su entorno, qué persona les llama mucho la atención y por qué motivos?

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