"Palomita, no mires en tus alitas, ¡soy una nena grrrande!". Estas eran mis palabras (a mis 5 años apróx.) mientras conversaba con una paloma que se paraba a pocos metros de la ventana. Una de las anécdotas favoritas de mis viejos, sobre todo de mi padre.
Y como ésa, hay tantas.
Cierto, quería hablar del nido vacío, pero mucho no puedo pensar al respecto, ahora que recién se está llenando.
Algo seguro, eso sí. Cuando mis reinas tiranas se vayan de casa (e incluso antes, en unos pocos años), me la pasaré relatando esos momentos mágicos.
¡Si habremos escuchado a nuestros papis contándonos cómo nos parieron, cuánto nos encaprichábamos, qué ocurrencias teníamos, a qué jugábamos!
Y sí, definitivamente todo padre tiene un set de anécdotas memorables, que repite hasta el hartazgo por el sólo placer de invocarlas. Y es increíble cómo esa repetición de relatos termina fundiéndose y confundiéndose con la memoria, a tal punto que (nosotros, hijos) nunca sabemos a ciencia cierta cuánto de eso recordamos o nos contaron.
¿Qué otras anécdotas al día de la fecha siguen repitiendo (ellos)?
No sé por qué en mi caso ganan las berrincheadas. Como por ejemplo, aquella vez que lloré tanto (en el club) que cuando me callé, todos a mi alrededor aplaudieron, jeje. O cuando me escapé del cine, esto casi no lo recuerdo, tengo una sola imagen del momento. O cuando me corté el pelo, o pinté las paredes de la casa... ¡o aquella vez que le dije a mi hermano que Lidia era medio "boluda" (con menos de 5 años) porque se confundió y en lugar de Coca me trajo otra gaseosa!
En fin, ¿Y Uds.? ¿Cuál es la anécdota (de infancia) que sus padres más recuerdan y les relatan? Yo sigo pensando...
PD: ¡¡¡¡¡¡¡¡Bienvenida Pilar!!!!!!!!
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