Planear un encuentro festivo está muy bueno, si es consensuado - Créditos: Corbis
Por Marta Rajtman
Todos los humanos buscamos obtener placer sexual, y de eso se trata sin importar cuándo. Las fechas especiales son, por supuesto, lo que menos importa. Pero cuando se aproxima el día D (llamale cumpleaños, aniversarios, ¡San Valentín!), parecería que HAY que hacerlo y nos llenamos de esa exigencia y, por ende, expectativa. Pero ¿quién dijo que sí o sí debemos tener un encuentro sexual en esos días? ¿Acaso no oyeron alguna vez que luego de una extenuante fiesta de casamiento, los novios relatan haber caído "fusilados" en la cama, y no pasó nada en la esperada –y comentada– noche de bodas? ¿Cuál es el problema? Definitivamente, ninguno. Sin embargo, muchas veces insistimos en iniciar un encuentro sin fuerzas solo por obligación.
Atadas al "hay que"
Hay creencias colectivas respecto de la necesidad de cumplir con el sexo programado y "especial", como un sinónimo de celebración en la que hay que utilizar todos los recursos que tenemos a mano. De hecho, en todas las culturas se han preparado filtros y pócimas de amor, ungüentos y rituales para potenciar la sexualidad. La realidad es que no tiene nada de malo planear un encuentro festivo, todo lo contrario, está muy bueno si es concensuado. Es decir, no respondiendo a las exigentes convenciones de fechas. Tratar de encontrar tiempo para hacer el amor, sin apuro, es fundamental para mantener un buen nivel de intimidad en la pareja. Tenés siete días en la semana. No importa el que elijan, la cosa es elegir.
Armá tu propio festejo
Existe siempre un preludio, un ritual , que nos lleva a lo sexual. Una charla amable durante el desayuno, por ejemplo, tal vez dé señales para un encuentro sexual después de la cena. Una caricia en un ascensor puede ser un indicador de que el clima es propicio para que se encienda la llama de la pasión. Por otro lado, utilizar diferentes estímulos de los cinco sentidos es hiperrecomendable. Últimamente, los sentidos parecen estar adormecidos, entonces hay que volver a tomar conciencia de ellos. Escuchar "aquella" música que alguna vez tuvo algún significado en la relación despierta en nuestro sistema nervioso central los deseos que han quedado asociados a ella. Los aromas, las esencias y los perfumes suelen ser poderosos estimulantes sexuales que despiertan emociones ya que gatillan en nuestro cerebro las zonas que las estimulan. También, sencillamente, comer algo rico (no necesariamente elaborado o sofisticado) resulta suficiente estímulo para un posterior encuentro de mimos y caricias.
Y... si un día acomodás la luz con un tenor más suave y le desfilás con ropa interior nueva y sexy, vas a ver el efecto de lo que él ve con sus ojos en tu cuerpo. ¡Y, finalmente, a tocar! Acaricialo y acariciate , encontrando el tiempo para hacerlo sin apuro, para recuperar y disfrutar de todos esos momentos que las agendas cargadas nos hacen relegar.
Regalito sorpresa
Hay informes que dicen que muchas mujeres se aburren haciendo el amor. Esta dificultad de partida puede corregirse, aunque sea en la edad adulta. Invitalo a participar a él, para que ambos movilicen sus energías sexuales y las vivan plenamente. El sexo contribuye a la mejora de la salud física, y también al bienestar mental. De hecho, el principio básico de la medicina china es que sin sexualidad, el espíritu no puede desarrollarse. Eso sí, no tiene que ser una obligación, no te fuerces, simplemente dejalo fluir dándole prioridad en tu agenda.
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