Bailá todo lo que quieras,
bailá entre sueños.
Bailá para sanar el dolor.
Bailá y sentí que los músculos se extienden,
se calientan, se transforman.
Bailá y dejá que la música penetre cada célula,
que te atraviese, te cambie.
Bailá con el ritmo en la sangre,
las piernas de fuego,
el sudor en la piel.
Bailá y respirá el miedo y la tristeza,
dejalos partir, deciles adiós.
Bailá y sé lluvia, y raíz,
luna llena y sol naciente,
Bailá hasta fluir y volver a tu esencia. *

Clase de baile. Foto: Latin Stock.
Había olvidado lo bien que me hacía bailar. Dejé de hacerlo tres años atrás, cuando abandoné el gimnasio a donde iba con regularidad y después de estar inactiva un tiempo, elegí el camino del Yoga, que me trajo mucho bienestar a mi vida, pero también me enfrentó a nuevos retos. Mi instructorado se frenó cuando me di cuenta de que no me sentía preparada para guiar cuando todavía tenía mucho que aprender. Mi cuerpo se rebeló, tal vez lo forcé y no supe escucharlo cuando me puso límites. El Yoga es mucho más que una actividad física, es una filosofía, una manera de conocernos y conocer al mundo a través de su espejo. Mi objetivo es practicarlo hasta que sea viejita, quizás retome el instructorado o quizás siempre sea una alumna, ya veré... Lo importante en este momento es dejar que la energía, y las emociones que habitan mi cuerpo, fluyan.
Por eso celebro haber vuelto a las pistas. El sábado pasado, cuando sonó la música en una clase, redescubrí una felicidad que había olvidado. No importa el ritmo, si es clase de zumba o de reggaetón, no me importa si canta Ricky Martin o un tema que jamás pondría en casa. Hay una cuestión primitiva en el movimiento, algo ancestral que traemos desde la panza, (aunque hay gente que dice estar negada para la música y el baile, me cuesta creerles), que nos hace marcar el compás hasta del Arroz con Leche.

Después de la clase.
Me propusieron cumplir con un desafío: entrenar durante 21 días seguidos y observar los resultados. Y no me puedo resistir a semejante desafío. Durante estos años en que cambié mi alimentación, que la fui puliendo y dejé las cosas que sentía que ya no eran para mí, también cambió mi cuerpo. Todavía tengo mucho por mejorar, ganar en flexibilidad, aumentar el tono muscular. Paso a paso. Quienes me conocen un poco, saben que nunca me propuse ser ejemplo de nada, porque considero que la vida se conforma de elecciones personales, pero sí me interesa mostrar en este blog la cantidad de opciones que existen y contar que se puede dejar la carne o los lácteos y mantener la energía, o disminuir el consumo de refinados (sal, azúcar, harinas) y sentirse mucho mejor.
Se habló bastante de la dieta de Messi, del doctor Giuliano Poser. Todos los deportistas observaron en qué consistía, y varios la implementaron. Es bueno recordarlo:
Los sí: "agua, un buen aceite de oliva, cereales integrales y frutas y verduras frescas biológicas, o sea no contaminadas con pesticidas, herbicidas y demás, porque eso hace mucho daño al organismo. También son muy buenos los frutos secos y las semillas".
Los no: "El azúcar. Es lo peor que hay para los músculos. Mientras más lejos se esté del azúcar, mejor. Las harinas refinadas también son un gran problema, básicamente porque hoy en día es muy difícil encontrar un grano de trigo sano sin contaminar. Un poquito de sal porque la necesitan los músculos y el cuerpo en general. Carne, muchísimo menos de lo que habitualmente comen los argentinos y uruguayos, porque es un alimento difícil de digerir para el organismo".
Más allá de cuestiones ideológicas o éticas, pareciera que hoy hay diferentes conceptos de lo que es "saludable", en relación a diez o veinte años atrás. La pirámide nutricional tradicional ya perdió su vigencia y los nutricionistas adoptaron la nueva guía alimentaria que incrementa la ingesta de vegetales. Por mi parte, elijo la alimentación lo más natural posible y a eso le sumo trabajar los vínculos y sanar las heridas que alguna vez tapé, para conectarme conmigo misma y sentirme más plena.
Por eso, hoy, elijo bailar.
¿Ustedes cómo se sienten? ¿Qué les gusta bailar? O practican algún deporte o hobby que las haga sentir mejor?
Este tema es mi placer culposo.
Hoy tu sueño es real. ¡Vuelven las Bandana! Cuánta nostalgia. Quien esté libre de haber hecho el pasito, que tire la primera piedra.
Vuelvo a compartir un tema de Coldplay, la danza dibujada es pura magia.
*El "poema" nació después de una clase de baile. Más que un poema, es un ejercicio de escritura sobre el significado que tiene el baile para mí.
Les dejo un abrazo, me pueden escribir a kariuenverde@gmail.com
Kariu
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