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Bajar la guardia




Hija mayor últimamente parecía enojada. Lo estaba.
Madre, culposa como pocas, como todas las madres, no podía dejar de preguntarse: "¿y ahora qué habré hecho? ¿Por qué estará tan enojada... conmigo?"
Ah. Sí, madre se había convencido de que hija mayor se había cruzado u ofendido... con ella.
Le contestaba mal, gritaba sin motivos, estaba intolerante.
Madre podía detectar algún que otro descuido en su atención... y todo un historial de errores que no sabe si algún día terminará de perdonarse.
A lo anterior ahora se le sumaba un agregado: la aparición de un tercero.
La aparición del novio, del compañero.
No es que madre fantaseara con que su hija podría estar celosa porque así lo advierte el manual de la relaciones...
Hija lo expresaba con todas las letras:
-¿Por qué tenemos que estar siempre con Camilo?
-Bueno, siempre no estamos con él. Sólo a veces... ¿Y por qué? Porque es mi compañero.
Y en otro momento:
-¿Y vos a quién querés más?
-No se comparan los amores... Son sentimientos distintos.
-¿Pero a quién querés más?
-Ay, mi amor, no te voy a contestar eso.
-Pero decime... ¿vos lo querés más a él que a tus hijas?
-No, hija, no, por favor
-¿Me querés más a mí que a él?
-Chini...
-Decime
-Bueno, sí, sí...
Madre terminaba contestando lo que hija quería escuchar.
...
Días más tarde madre sería testigo de una escena digna de un programa para preadolescentes. Y ni siquiera.
Novio llamaría a casa, hija le sacaría de prepo el teléfono...
Y se lo llevaría al balcón, a la otra esquina, lejos de madre, para secretearle: "mi mamá me dijo que me quiere más a mí que a vos".
Así. Literalmente.
Novio le habrá seguido el juego. Madre después se sintió en la obligación de justificarse.
-Pero, por favor, es una nena...
Novio es tan comprensivo de los procesos emocionales. De cualquier proceso, de hecho su frase de cabecera es:
-Dale tiempo.
Tiempo, ese ingrediente que pareciera acomodar todas las piezas sueltas, hacer que cada bloque se encastre con el resto de bloques y que la totalidad funcione... orgánicamente.
...
-Dale tiempo, no la presiones.
Madre se apropió de aquello, y se lo anduvo repitiendo.
Si, por ejemplo, no quiere participar del cumple de hija de novio, dejala. No la obligues. Que no vaya.
Y así con otras circunstancias.
Para su sorpresa, cuando madre empezó con: "bueno, mi amor, hacé lo que quieras", hija modificó sus respuestas.
-Ah, pero si Fulana va a estar en el cumple, yo quiero estar.
-Como vos quieras.
-Sí, sí, yo quiero.
...
Esa misma noche hija le pediría a madre:
-¿Me podés sostener los brazos así doy la media vuelta?
Ese PGA (Pequeño Gran Acontecimiento) que madre había mencionado en la lista.
Un juego que novio había traído a casa. Un juego que una tarde él jugó con su hija delante de hijas de madre... y las invitó a que se sumaran:
Hija menor se animó; hija mayor, a medias.
-Dale, confiá
-No, no me animo
-No tengas miedo, confiá en mí
-No, no...
Hija mayor fue la única de las tres que esa noche no pudo realizar la proeza.
Por eso, cuando el domingo ella solita empezó a pedirle a madre (a ver, ma, si me sale), madre puso especial ahínco en alentarla y contenerla.
-Dale, dale, dale... confiá, confiá.
Madre tiró incluso una colchoneta en el piso.
Y finalmente, zas, hija mayor dejó que la resistencia mental ceda.
Esa noche hijas tuvieron a madre 20 minutos reloj haciéndoles de asistente de gimnasia.
Y habiéndose metido en las camas, hija mayor soltó:
-¿Podés decirle a Camilo que venga a visitarnos esta semana?
...
Madre no quiere hoy pecar de extensa pero tampoco quiere olvidar otro detalle:
Cuando jugó con hijas a las muñecas le llamó mucho la atención que las niñas, ambas, se pelearan por la muñeca más chica, la que en teoría sería adoptada (así se lo explicaron las vendedoras de aquella familia)... y por el padre.
Hija menor los agarró primera, la mayor tiró manotazo...
-Sino no juego -amenazó.
Recién entonces la menor cedió.
-Bueno, ¿cuál querés?
-El padre.
"El padre", pensaba la madre por dentro, "se están peleando por interpretar al padre... Y no a la madre". Por unos segundos sintió que aquello era un tirón de pelos.
Pero no, hija mayor no quería interpretar sólo al padre. El muñeco era el padre pero también el novio.
Algo ya les conté el martes:
-Dale que la madre les cuenta a sus hijos que está de novia y les presenta a su novio.
-Dale que el novio y la madre se besan en la boca... y sus hijos los ven.
China falseaba la voz, simulaba una voz grave, seria... y a todo texto de madre ella respondía: "sí, querida, sí, mi amor..."
La nena del juego, maniobrada por hija menor, culpaba al novio de un sinfín de maldades... e hija mayor, en calidad de autora de su personaje, no tomaba como posible ninguna propuesta.
Su novio era un hombre ecuánime. Todo un caballero.
...
Hubo otro episodio clave que echó luz sobre el vínculo madre-hija, un episodio que resultó entretenido y a ojos de madre, también reparatorio.
Hija mayor se encontró en la vieja netbook con todos los videos que madre fue grabando y archivando desde el día que hijas nacieron al día de la fecha.
Voy a dejar esta anécdota para desarrollar en otra entrada, pero no quería dejar de mencionarla porque fue funcional al proceso...
Al movimiento de reconciliación -madre no estaba yo enojada, sí hija-, de bajar la guardia, de volver a estar contenta en su presencia (acaso lo único que cualquier madre desea: ver a su hija contenta).
De acercarse y abrazar a madre, de expresarle espontáneamente: "mami, te quiero".
De sonreírle antes de irse corriendo hacia la puerta del colegio.
De decirle: "sos la mejor mamá de todas..."
-Gracias, hija. Vos y tu hermana son las mejores hijas. Y desde ya que las amo como a nadie. Las amo intensamente y ningún tercero puede alterar/adulterar eso que siento. Ningún tercero va a quitarles lo que es de ustedes. Tiende a decirse, cuando un hermano está en camino, que el amor no se divide, se multiplica... Un amigo, cualquier amigo, de ustedes o mío, un compañero de madre o el día de mañana, sus compañeros (los futuros yernos) no competirán jamás con el amor que nos tenemos. Sí sumarán, harán propuestas nuevas, enriquecerán el juego, y el escenario.
Madre está convencida de que, así como una mujer que se realiza en el plano vocacional es una mujer más plena -incluso para llevar adelante una maternidad-, también lo es una mujer bien acompañada, que se halla en pareja.
Además, que madre se haya separado del padre de sus hijas, no significa que madre no crea en la familia.
En lo profundo, madre quiere que sus hijas crezcan "en familia".
(Madre es toda una Susanita).
¿Cómo ha sido su experiencia? ¿Cómo ha sido su vínculo con nuevas parejas de sus padres? ¿Cómo se llevan sus hijos con su nueva pareja?
Jugar a la familia

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PD: Que tengan un hermoso día y fin de semana. Como siempre, para contactarme por privado, me encuentran en FB.

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