El otro día cuando transcribí la explicación técnica que le di a mis hijas (ver post anterior), me di cuenta de que sólo me estaba refiriendo a lo que podía salir de la vagina (los bebés), y no a lo que podía entrar... oops.
Creo que no me animé a contarles ese capítulo (no sé si fue consciente), no sé si me siento preparada para hablarles del "pene", por ejemplo.
Sí quizás podría haberme referido, de manera más poética, a la semillita (tal vez más adelante vuelva sobre el tema, son tan chiquiiiitas).
No por ponerme técnica y científica sino para que ellas entiendan y yo recuerde lo que muchos comentarios marcaron directa o indirectamente: la decisión de un hijo -idealmente- es fruto de un encuentro, de un amor, de un acuerdo entre 2 seres.
Entre un hombre y una mujer, en la mayoría de los casos.
Eso por un lado.
Por el otro, sí, se puede. Se puede ser Susanita y Mafalda al mismo tiempo. No son excluyentes.
Peeero ahora que las mujeres hemos desplegado nuestro deseo (y además se espera de nosotras que nos responsabilicemos del plano concreto, que consigamos $) entonces... ¡bienvenidos los Susanos!
Y acá le pedimos prestado un término y una práctica a ese universo competitivo y masculino en el que nos fuimos metiendo, mezclando: NEGOCIACIÓN. Para poder ser Susanita y Mafalda yo por lo menos... necesité negociar hasta el hartazgo con la media naranja pa que se haga cargo de la parte que le toca de los hijos y de la casa.
Y otra palabrita que nos dio ese mundo duro y productivo: ORGANIZACIÓN. Ah, sí, no es que antes las madres no se organizaran, pero ahora se requiere una mayor habilidad porque las clavas que "malabareamos" son más.
Así, negociando y organizándoNOS con el padre (apoyándonos en familia y una preciosa chica que las cuida), al menos yo voy pudiendo ser mamá presente, dándole calidad de tiempo (aquí también es importante un trabajito de relax, pero eso nos lo enseñan ellos), y a la vez trabajar de lo que quiero. Y cada tanto salir con una amiga y tomarme una cervecita, y en breve, si puedo, crucen los dedos, retomar mis clases de danza con Melanie. Toda una Mafalda asusanada, o una Susanita amafaldada.
Por el resto de elecciones, sólo me queda decir: ¡bienvenida la diferencia! ¡Bienvenido el ejercicio de una libertad consciente!
Y además, porque es viernes, les cuento que me teñí el pelo, que me salieron granos en la cara (me deprime eso), que ayer me tomé un helado Torpedo de frutilla, y que tengo para ustedes una sorpresita de mi hija más chica.
¿Qué piensan? ¿Cuánto cargo se hacen sus parejas de los hijos y la casa? ¿Qué es lo que más les cuesta negociar en este plano? ¡Gracias por sus comentarios!
¡Y bienvenidos los pensamientos mínimos y libres de viernes!
PD: Las que tengan FB y quieran sumarme como "amiga" me encuentran en Ine Sainz. Abiertos talleres y seminario de marzo de expresión escrita: Ablandar la mano.
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