Te presentamos a Valeria Sen Loyola, Directora General de Noordwijk Montessori School. Ella fue alumna de este famoso sistema pedagógico en México, su país natal. Al radicarse en Argentina y quedar embarazada de su primer hijo vio que había pocas instituciones especializadas en el método, entonces se asoció con su marido y fundaron una de las cinco escuelasMontessori que existen en Argentina.
Valeria Sen Loyola es mexicana, tiene 37 años y se mudó a Argentina para acompañar a su marido que tenía una posición laboral sólida y prometedora, juntos decidieron empezar acá sus planes de formar una familia. En México se educó en una de las 80 escuelas que aplican el método de la pedagoga italiana María Montessori, se licenció en Pedagogía por la Universidad Anáhuac México Norte, y luego viajó a Italia a formarse como Guía Montessori, es decir, docente del método.
"Los años que estuve en la escuela Montessori me formaron y me dieron herramientas para la vida", explica Valeria, y agrega: "Tanto mi marido como yo buscábamos una educación similar para nuestro hijo". El hijo de Valeria y Maxi ya tiene 9 años, los mismos que la Noordwijk Montessori School.Esto no es casual ya que el proyecto de la escuela se gestó y desarrolló durante los nueves meses que Valeria estuvo embarazada y a los tres después del nacimiento del bebé, ya abría sus puertas a los primeros alumnos en Pilar.
Hacer pedagogía
Cuando comenzaron a desarrollar el emprendimiento, junto con el entusiasmo se encontraron con muchos desafíos. Uno de los mayores fue que el método Montessori no se conocía, no se sabía mucho de él y había muy pocos colegios que pudieran dar cuenta de lo que hacíamos y de todo lo que esta pedagogía tenía para ofrecer. "Emprendimos este camino con mucho entusiasmo y con muchas ganas de poder ofrecer a la sociedad y a Argentina una educación diferente", agrega.
Pero ese desafío se transformó también en una oportunidad: vieron que las familias que no quería una educación tradicional para sus hijos, se interesaron por conocer el proyecto y apostar a él. "En la zona en la que instalamos el colegio advertimos que muchas familias buscaban propuestas diferentes para la educación de sus hijos, un espacio o lugar donde tuvieran en cuenta el desarrollo de sus potencialidades, herramientas importantes para la vida como la autoestima, la independencia, la seguridad, el desarrollo de la voluntad, que son fundamentales en nuestro método", subraya Valeria.
Crecer por módulos
El colegio comenzó siendo solamente un proyecto de jardín de infantes, estaba pensado para tener varios ambientes (aulas) pero siempre jardín. para niños de hasta 6 años. A medida que fueron avanzando y fue pasando el tiempo, el compromiso y la demanda de los padres fue creciendo mientras veían que los niños disfrutaban del colegio, de aprender y de sentirse capaces y seguros de sus logros. "Notamos que estábamos generando grandes cambios en todos, tanto familias como niños y esto nos llevó a redefinirnos y a reevaluar lo que queríamos para nuestra escuela, definitivamente nuestra escuela tenía que tener continuidad", cuenta Valeria.
Hoy la escuela tiene los tres niveles de educación equiparados a la oficial: Comunidad infantil (maternal) y Casa de los niños (jardín de infantes); Taller (primaria) y Comunidad de adolescentes (secundaria). El secundario va por el segundo año.
Consejos para emprender en Educación
El ambiente debe ser simple, bello y ordenado, luminoso, acogedor y cálido. Los materiales se disponen en estantes diseñados a la altura de los niños y ordenan en el ambiente de forma gradual, de tal manera que los niños cada vez refinen el conocimiento. - Créditos: Gentileza
Para poder dar un consejo a otros emprendedores Valeria se apoya en la humildad: "Me gustaría tener mucha más experiencia, pero en cambio, te puedo hablar de lo que hemos aprendido". Hay tres puntos fundamentales que tuvieron en cuenta para lograr llevar a cabo el Noordwijk Montessori School:
1. Claridad en el proyecto. Saber a qué público va dirigido, a quiénes vas a presentarlo y cuáles son sus objetivos pedagógicos. La propuesta debe tener un diferenciador. Hoy, en el mundo, la educación ya no se trata solamente de impartir o de adquirir conocimientos, sino que también es importantísimo poder hacer que lo que estamos aprendiendo lo podamos llevar a la práctica. "A nosotros nos interesa que el niño sea independiente, autónomo y que pueda salir a la a la vida preparado con herramientas sólidas que lo acompañen siempre.
2. Definir el espacio. Una vez definido el primer punto se podrá elegir el lugar, diseñar el espacio y la edificación.
3. Rodearse de un gran equipo de trabajo. Eso resultó esencial en un proyecto como el nuestro, tanto el núcleo duro (los directivos) como los docentes que son quienes van a acompañar a nuestros niños en este proceso y en este camino.
En números
160 alumnos, suman entre los tres niveles, teniendo en cuenta que recién este es el segundo año del Secundario,
$ 12.800 promedio es el arancel en Jornada Simple.
U$S 470.000 fue la inversión inicial.
38 empleados, de los cuales 30 son docentes.
5.400 metros cubiertos y 1.300 metros cuadrados tiene el predio de la escuela.
90 metros cuadrados tiene cada uno de los ambientes (aulas), equipadas con baños y una mesada a la altura de los niños.
Cómo es el método Montessori
Los niños tienen la libertad de explorar y desarrollar sus potenciales al trabajar con materiales, ya sea independientemente o en grupos, dentro de un Ambiente preparado. - Créditos: Gentileza
La mente absorbente. Montessori describe la mente de los niños como esponjas absorbiendo información de su entorno. Durante los primeros años aprenden la forma de hablar, caminar, a comprender las señales sociales y las relaciones, los objetos, las leyes de la naturaleza (como la gravedad), e incluso los rudimentos de la lectura. Gran parte de este aprendizaje es inconsciente, automático y con el menor esfuerzo.
Control de errores. Los niños cometen errores a medida que aprenden. María Montessori reconoció que era de vital importancia que los niños no pierdan la motivación o se los desaliente ante los errores que cometen. Así, con cada material didáctico, se construye una manera en la cual el propio niño reconoce si su trabajo se realizó correctamente o no. Como resultado de esto, nadie critica su error o marca sus errores con un lápiz de color rojo.
Ciclos de actividad. En un Ambiente Montessori al niño no se lo interrumpe durante el período de trabajo (el tiempo que el niño se sienta a trabajar con un material). Se permite que el niño llegue a completar la tarea, lo que le causa una gran satisfacción. Los niños que completan el ciclo de actividad se sienten contentos y descansados, ya que, como dijo María Montessori: "Un niño que se concentra es un niño feliz".
Materiales didácticos Montessori. Están científicamente desarrollados y diseñados para ser estéticamente agradables y para enseñar a través de los sentidos. El niño progresa con el plan de estudios y la manipulación de estos materiales. Cada uno es científicamente diseñado para enseñar un único concepto.