Estoy enojada conmigo misma por estar escribiendo a altas horas de la madrugada. No encuentro huecos en horarios más lógicos, pero sé que debo hacérmelos. Esto también es trabajo. Y la re p m q t lo re m p.
Jejeje.
Perdonen pero si no puteaba me iba pasar hablando entre escondida y eufemísticamente del tema, y no iban a entender nada.
En fin, estoy un poco en crisis de palabras... Y probablemente la crisis sea un poco más profunda. Todavía no la veo. Identifico momentos en los que de verdad me veo hecha -y me siento- una tarada.
Me pasó la semana pasada. Me pasó el viernes que me crucé de casualidad a un conocido y no tuve sentido de la ubicación. De la nada le tiré todo el fardo que venía masticando (que nada tenía que ver con él)*, y el tipo no entendía un pito. Me sentí un plomazo. Tampoco fue muy grave, no digo que el tipo me haya puteado, pero de verdad me sentí incómoda, molesta, desubicada.
¿Por qué no sé callarme? ¿Por qué últimamente hablo tanto?
Extraño mucho a mi psicóloga. Quizás también deba hacerme un hueco para ella. Lástima que viva en Saavedra (lejos de casa).
Saqué muchas fotos en el finde. Salimos poco, miramos una peli depre, nuevos capítulos de los Backyardigans, la final del Mundial, jugamos, bailamos, cenamos con Yanet, Jaime e Indira, nos despedimos de la abuela paterna de China (que viaja), etc.
¿Uds. cómo andan? ¿Cómo pasaron el finde? ¿Se sienten desubicadas a veces? ¿Hablan demasiado? ¿Perciben que el otro por un momento no las banca? ¿Cómo lo resuelven?
* Fardo de trabajo. La continuación del rollo de la semana pasada. La nada + la nada chiquita + ansiedad + incertidumbre + estar viva. O sea, real pero no dramático.
PD: Última semana para mandar sus fotos al mural de bebitos recién nacidos. Escriban a mariainessainz@gmail.com

En esta nota: