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Calor de hogar




En estos últimos días tuve visitas internacionales, por llamarlas de alguna manera. Bah, parientes que viven afuera. El viernes pasó a buscarnos Carlitos, el primo de mi mamá y tuvimos (con mi abuela y mi vieja), jornada de pileta.
Carlitos hace aproximadamente 30 años que vive en los Estados Unidos y recién hoy está considerando la vuelta. Nunca tuvimos gran vínculo (casi diría nulo durante la mayoría de estos años), pero las últimos veces que nos encontramos, la pasamos bárbaro. El viernes China y él también conectaron y fue raro -y conmovedor- verlo a él jugándole, cuidándola, e incluso retándola.
También llegó mi cuñada, directo de Suiza, y Luna, su hija, y su marinovio, Matthias. Con ella me pasa algo similar. Si bien mucho no nos hemos visto (una vez al año, hace 3 ya), las veces que lo hago, me nace un sentimiento de absoluta entrañabilidad. Obvio, que tanto mi tío como ella son personas cálidas, generosas, LINDAS; pero se me hace que el contexto, la circunstancia, especialmente te ablanda.
Nuestro país, en muchos aspectos, deja mucho que desear. Me daba un poco de vergüenza, por ejemplo, mirar el tránsito a través de los ojos de Carlos. ¡Ni hablar cuando apareció un bondi repleto de fanáticos futboleros (la mayoría, borrachos)! Aún así, pese a sentirme parte de un "colectivo" tercermundista, no dejo de sentir lo reconfortante del calor de la familia. No sé cómo fue que me convertí en esta tradicionalista de primera línea (ajá, fui mamá), pero lo cierto es que hoy sólo podría vivir en otro país, o ciudad, a sabiendas de que hay vuelta atrás.
Es verdad, la fantasía de que algo mejor sucede del otro lado de la cerca es intensa. Tanto en el primero mundo como en la mitad de la sierra. Pero en fin, ya sabemos que el camino es hacia adentro (y no hacia afuera) y la propuesta, enamorarnos del mundo, del planeta, de la Tierra, y desde donde nos toque jugar (hoy aquí, mañana allá), apostar por la vida en su versión más elevada, más auténtica.
¿Fantasearon alguna vez con irse del país? A las que lo concretaron, ¿qué destino tomaron? ¿Cómo fue la experiencia? A las que hoy están lejos: ¿cómo la están pasando? ¿Qué es lo más se extraña de acá? A las que volvieron o aún tienen la idea: ¿qué se extraña o añora de afuera?

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