Señalándome una estatuita de Kwan Yin que tengo en la biblioteca, China me pregunta: ¿Mami, Diosito es ella?
La carcajada brota espontánea, sí, claro, pero a los segundos también aparece el interrogante: "¿Qué vas a enseñarles?"
¿Cómo voy a encarar la "educación religiosa" de mis nenas? ¿Debo detenerme un segundo a pensarlo o como todo lo demás, que fluya y que salga lo que sienta?
¿Cómo le explico que Kwan Yin es una semi-diosa china que adoro, aunque no sé -a ciencia cierta- cuánto creo en ella, como cree una devota?
¿Cómo voy a explicarle que mami se compra Budas varios y que en momentos de crisis personales, llega a dormir con los más chiquitos en la palma de su mano?
¿Cómo le explico que soy medio fan de Ganesha y de Lakshmi porque siento afinidad con esas figuras, con lo que representan... y que cada tanto repito mantras hindúes u oraciones de reiki del sistema Usui?
¿Cómo le explico que encima de todo ellas fueron bautizadas en una Iglesia católica, que su misma madre no sólo eligió tomar la primera comunión en el Vaticano (en misa del Papa Juan Pablo II), sino que además, a sus 17 años, quiso confirmarse?!
Ya lo dije alguna vez: creo en todo; pero "creo" en todo sin fanatizarme con nada. Y por citar una hipótesis cualquiera, si me casara con un hombre judío que quisiera circuncidar a un hijo varón, difícilmente avalaría que lo hiciera. O por lo menos, me significaría serias peloteras. No sé si logro explicarme.
Ahora... con este cambalache de Dioses, de Maestros, de técnicas y creencias, ¿cómo cuernos encaro una "educación religiosa" decente hacia ellas? ¡¿Cómo preservo el sentido profundo del término "Dios" en medio de este caos de imágenes?! ¿Ustedes qué piensan?
Fuente de la foto: http://lucidflora.blogspot.com
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