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Chapelco: lo mejor está por venir

En el centro neuquino esperan un septiembre con récord de visitantes; las tarifas del último tramo de la temporada

20 de agosto de 2006

SAN MARTIN DE LOS ANDES.- Los centros de esquí en la Argentina tienen una relación de amor-odio con la nieve: todo es alegría cuando la caída de los copos coincide en tiempo y forma con el inicio de la temporada, y todo es decepción cuando la nevada se hace desear más de la cuenta.

Esa demora provocó un comienzo de temporada bastante regular en San Martín de los Andes, que repuntó muy fuerte en las últimas semanas de julio -con las vacaciones escolares de Buenos Aires- y en las primeras de agosto.

Ahora, con muchísima nieve por los temporales que afectaron la Patagonia en los últimos días, Chapelco apuesta todas sus fichas a lo que queda de este mes y a septiembre.

La ecuación es sencilla: precios hasta un 30% más bajos, mejor clima, 20 centímetros de nieve pisada en la base, y todo el cerro para disfrutar sin esperas en los medios de elevación.

"Las nevadas tardías y el Mundial de fútbol nos jugaron en contra en el comienzo de la temporada", comenta Ana María Aquin de Capiet, presidente de Neuquentur, la empresa de promoción turística de esta provincia.

Sin embargo, la funcionaria explica que a estas alturas del año se suele dar un recambio muy positivo. "El turista que visita San Martín de los Andes en agosto y septiembre (temporada media y baja, respectivamente) tiene mayor poder adquisitivo que el que viaja en julio."

Y agrega: "En general, ahora llegan más parejas y grupos de amigos, que vienen sin chicos, pero aun así gastan igual o más que en las vacaciones escolares".

A esto se suma el hecho de que en estos días aterriza allí un gran caudal de extranjeros. Por ejemplo, en el hotel Le Village, hoy el 50% de los huéspedes son colombianos, mexicanos y brasileños.

Tantas nacionalidades generan expectativas entre los comerciantes de la ciudad: "Ahora nos toca el mejor turismo, el que gasta más", festeja Ramón Urbina, encargado del Café de la Plaza, ubicado sobre San Martín, la calle principal.

Alejandro Zolezzi, otro de los entrevistados y dueño del tradicional restaurante La Tasca de esta ciudad, agrega esperanzado: "No tiremos números hasta el 30 de agosto, porque falta que venga mucha gente".

Ventajas en números

Las diferencias de precios entre la temporada alta, la media y la baja son importantes tanto en Cerro Chapelco como en el comercio y los servicios del pueblo.

Para empezar por la montaña, en la última semana de este mes y la segunda quincena de septiembre corren los happy week, en los cuales se puede alquilar equipos y comprar el pase para los medios de elevación por siete días, pero pagando todo como si fueran cinco. Además de esta promoción de 7 x 5, hay otra similar de 6 x 5 (pagar por cinco días, pero usar servicios durante seis) para el acceso a la guardería y el jardín de nieve. Todas estas promociones se pueden conocer en el sitio www.cerrochapelco.com .

Uno de los packs más interesantes es el Plan Principiantes, que incluye un pase semanal para mayores de 16 años, un equipo de esquí estándar completo y clases grupales de cuatro horas diarias por 1007 pesos durante este mes y sólo 735 pesos en septiembre.

Aunque esta promoción no se ofrece en la temporada alta, lo cierto es que acceder a un paquete de estas características en julio hubiera costado aproximadamente 1400 pesos; es decir, casi el doble de su valor en temporada baja (735 pesos).

Si se tomara cada ítem por separado -aunque convenga aferrarse a las promociones-, el acceso a los medios de elevación cuesta casi la mitad en septiembre (64 pesos el pase diario) si se compara con julio (113). Un equipo de esquí estándar tiene un valor de 191 pesos por semana en septiembre, y 239 pesos costaba en julio.

La diferencia de tarifas también es importante en lo que se refiere a alojamiento. En las temporadas media y baja las habitaciones llegan a ser hasta un 30% más económicas que en la alta, según un recorrido que hizo LA NACION por los principales hoteles y las hosterías de San Martín de los Andes.

Por si fuera poco, "a fines de agosto y principios de septiembre comenzarán las liquidaciones de ropa y equipos de esquí", dice Sebastián Haber, a cargo del Paseo de Maitén, galería comercial pionera en esta ciudad. En estas liquidaciones se ofrecen rebajas que rondan entre el 25 y el 40 por ciento.

También si uno viaja con paquete organizadotodo resulta muy conveniente ahora. Según varios operadores turísticos consultados, un pack semanal desde Buenos Aires, que incluye aéreo, hotel, traslados al cerro, seguro médico y acceso ilimitado a los medios de elevación, se calcula en 2300 pesos en septiembre, contra los 3400 de julio.

"La otra gran ventaja es que el clima es mucho más agradable, y se está mucho más cómodo en el cerro porque hay menos gente", dice Ana María Aquin de Capiet.

Pero en San Martín de los Andes no todo depende del esquí, ya que hay un abanico de programas para los que no son amigos de andar deslizándose por la montaña. Uno de los paseos tradicionales es la excursión de medio día por el lago Lácar hasta Quila Quina, un paraíso de unas pocas hectáreas para recorrer, con el incentivo de un té con torta al finalizar el paseo.

Apuesta al buen tiempo

"Agosto viene muy fuerte; en la primera semana tuvimos un 25% más de gente en la montaña que en el mismo período del año pasado", afirma Esteban Bosch, director del Cerro Chapelco. Los buenos síntomas también los confirma Agustín Neiman, al frente de la escuela de esquí: "En los primeros días de este mes trabajamos con unos 1000 alumnos, lo que representa un incremento del 16% con respecto al comienzo de agosto de 2005".

Este año, las vacaciones de invierno escalonadas tuvieron un impacto particular en San Martín de los Andes. A partir de la segunda semana de julio llegaron los turistas de las provincias de Córdoba, Santa Fe y Tucumán, entre otras, y el balance de esquiadores no fue demasiado bueno, principalmente por la falta de nieve (la primera nevada, el 10 de julio, no fue lo abundante que se esperaba).

Después, a partir del 23 de julio, se registró un pico de gente, en coincidencia con el inicio del receso escolar de Buenos Aires y con una nevada más fuerte, la segunda (el 21).

A la hora del balance, Bosch dice: "Las vacaciones escalonadas fueron positivas, sobre todo porque los visitantes no se concentraron sólo en dos semanas, sino durante todo el mes".

Por José Totah
Para LA NACION

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