Chica de tapa OHLALÁ!: “Necesitaba representar esta dualidad que todos tenemos”
20 de diciembre de 2019 • 14:54
El pelo de Yamila resultó ser el mayor reflejo de su búsqueda personal. Ella cuenta su historia en libertad y con mucha humildad, aunque quizá, nadie la exprese mejor que su pelo.
Hace dos años, Yamila Santillán se rapó y pasó por todos los colores y largos posibles, siempre siguiendo los consejos de su mamá peluquera. "Notaba que me iba a los extremos de todo y entendí que, claramente, nunca voy a ser una cosa o la otra del todo, siempre es un poquito y un poquito", dice Yamila.
Bajo esta convicción, decidió que su corazón y su mente debían ser, en conjunto y en igual medida, sus mejores aliados. Reconoció que no hay voz externa lo suficientemente poderosa como para mitigar nuestros verdaderos y más profundos deseos, al menos no por mucho tiempo. Integrando su diversidad, tan propia y enriquecedora, fue reconstruyendo su camino, abrazando su luz y su oscuridad, y despojándose poco a poco del deber ser.
Cuestionar, cuestionarnos y reinventarnos. Cada vez nos animamos a hacernos más preguntas y a defender nuestras respuestas, que nos invitan, a veces con delicadeza, otras con cierta urgencia, a cambiar y a manifestar ese cambio.
Su pelo transmite su mensaje, y le encanta poder compartirlo al mundo para que cada vez más personas se atrevan a representar su vida a su manera. "Creo que el pelo tiene mucho que ver con lo que nos pasa internamente", afirma Yamila, quien hoy ya piensa en quitar el rubio, que para ella significó desintegración, y dejarlo crecer para unas futuras rastas que representen naturalidad y humanidad.
¿Qué expresás a través del pelo?
"El pelo representa parte de tus pensamientos y el bienestar de uno. Son las ramificaciones de la mente. Si estás bien, el pelo está hermoso, lucido y radiante, pero si estás pasando un mal momento, el pelo suele secarse, se entristece", dice Yamila.
¿Cómo definirías a tu pelo?
"Íntegro, dual y auténtico".
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