¿Cómo sos en el sexo?

Hay una necesidad de reconciliación entre el erotismo y la domesticidad, y esto es muy complejo, porque implica la unión de dos necesidades humanas opuestas: la necesidad de seguridad, previsibilidad, estabilidad por un lado y la de buscar la novedad, la aventura, el cambio y la sorpresa por el otro. El ideal romántico nos ha dicho que se podíaencontrar estas dos cosas en el mismo lugar y con la misma persona. Siempre nos han dicho que si se ama, se desea. El fuego necesita aire, y muchas veces las parejas no se dan aire. ¿Qué podemos hacer? Salir solos con amigos/as, tener individualidad.

Para desear necesitás espacio, pero ¿cómo crear esa distancia? Cuando le pregunto a mis pacientes cuándo es que se sienten atraídas por sus parejas, me dicen: “Cuando lo estoy mirando jugar con mis hijos”, “cuando toca su instrumento musical”, “cuando imagino cómo los otros lo miran en una fiesta”. Es claro que el deseo aparece cuando se pone en juego la alteridad, lo ajeno a mí. Cuando vemos al otro con distancia, esta persona que nos es tan familiar de repente nos resulta un desconocido. Clave: el deseo se alimenta por curiosidad, anticipación e imaginación.

Esther, ¡¿qué pasó?!, ¡toda mi rutina sexual cambió con la llegada de mis hijos! Alejandra, 36 años .

Con los hijos todo puede empeorar, porque ellos reciben toda la energía erótica, ¡con ellos sí hay tiempo para hablar de cómo nos fue en el día! Con los pequeños se vence el cansancio, la energía erótica no se va de la casa, sino que se dispersa. Por eso hay que saber tomarse un tiempo para estar solos de vez en cuando, no ver la tele y charlar, salir, ir a bailar, o irse lejos un fin de semana largo, o bien cerrar la puerta de la habitación. Lo importante es darse cuenta de que el sexo no es obligatorio, sino que se puede estar el uno con el otro sin hablar de tareas, de responsabilidades.