Con una remera fucsia lanzaron un negocio infantil que es un éxito en TiendaNube

Una remera fucsia de varón fue la piedra fundacional de la historia emprendedora de esta pareja marplatense. Era 2009 cuando Leandro acompañó a Paula a Capital para participar de un reality show, tras lo cual fueron a pasear por Palermo. En Plaza Serrano él se compró una remera fucsia “que al llegar a Mardel resultó un ¡boom!”, dice Paula y agrega: “Descubrimos una necesidad y casi como un juego empezamos nuestro primer emprendimiento juntos, que se llamó Anima Blu”. Vendían en ferias y a través de Facebook. Aburrida de diseñar remeras de hombre, Paula empezó un nuevo desafío, diseñar y fabricar indumentaria femenina, un proyecto que duró ocho años y vendió al por mayor a todo el país. “Hasta ese momento, Leandro hacía de apoyo moral y aportaba su granito de arena, mientras que trabajaba en el área comercial en una multinacional”, relatan.

En 2017, en un proceso de despidos masivos, él se quedó sin trabajo y surgió una crisis… “En pareja, comenzamos a pensar ¿qué hacer ahora?, y dijimos tenemos que emprender juntos”. Tenían la fuente de inspiración perfecta, su primera hija Lola, que había nacido sólo unos meses atrás. “Quisimos hacer productos de diseño para bebés y niños, distintos a lo tradicional, a los shoppings, a los locales donde habitualmente vestimos a nuestros bebés”, explican. Así nació Mini Anima, “sin inversión inicial, comenzando con unos pocos zapatitos de bebé que vendíamos originalmente a mamis de Mar del Plata”.

Con el tiempo, vinieron muchísimos productos más, “a fuerza de horas y horas de debatir, de compu, de probar, de tirar, y de volver a empezar”. Hoy ya son quince empleados “entre los cuales está la niñera que cuida a las nenas, porque sino en pandemia es imposible trabajar”, y dan trabajo a 50 talleres externos. En 2020 se triplicó su negocio y hoy son la marca de emprendedores en indumentaria infantil más grande del país: “Ya alcanzamos nuestra venta número 100.000 y fuimos la tienda Nube que más vendió en 2018”.

“El principal desafío es encontrar el equilibrio entre la vida personal y el trabajo”, concuerdan. “Los primeros años nos costó muchísimo no hablar todo el día de Mini Anima y tener momentos 100% desconectados del trabajo, sobre todo porque somos un emprendimiento digital y estamos hiper conectados”. Ahora, aseguran que aprendieron que cada uno tiene su lugar y responsabilidad, y que el otro siempre estará para apoyarlo, “pero con independencia de funciones”, aclaran.

1. Capacítense: como emprendedores desarrollamos mil roles y tenemos que conocer un poco de todos los ámbitos: legales, contables, marketing, costos, comercialización, redes sociales, marketing digital, e-commerce, etc.

2. Deleguen: lo más difícil para los emprendedores es dejar que otra persona haga lo que ellos venían haciendo. Las tareas que puedan ser realizadas por otra persona, donde las cabezas del emprendimiento no agreguen valor, deben ser delegadas.

3. Formen equipo: Si querés que tu emprendimiento escale, además de delegar tenés que formar equipos de trabajo. Eso implica definir bien las tareas y los puestos. Luego elegiremos quién los va a ocupar, pero es importante saber qué debe hacer la persona que ocupe esa posición.

4. Saquen provecho de las redes sociales: utilicen las redes sociales para acercarse a potenciales clientes generando comunidad. La exposición personal en redes sociales permite que nos mostremos como una marca transparente, que la gente sepa quién está detrás del emprendimiento y los valores que transmite.

5. Emprendan en algo que los apasione: puede ser que te apasione el rubro en el que emprendés, o la posición que tenés en el emprendimiento. Si vas a hacer de tu emprendimiento tu forma de vida, elegí vivirla de la manera mas feliz.

IG: @minianimabebes / www.minianima.com.ar