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Convertir los desastres en oportunidades




Comienzo a escribir este post a las 2 de la mañana y no puedo dejar de leer comentarios sobre el partido de Argentina y Holanda. No sé ustedes pero yo lo viví con tanta intensidad que ahora me cuesta bajar el nivel de euforia de los festejos. Cuando Maxi Rodríguez metió el penal que nos aseguraba el pasaje a la final, además de llorar y abrazarme con mi amiga, brindamos y fuimos al Obelisco a ver con nuestros propios ojos semejante acontecimiento. ¡Fue una fiesta increíble! ¿Dónde festejaron ustedes? Para mí fue una oportunidad única de ver miles de personas felices por la ciudad de Buenos Aires.
Para muchas cosas suelo ser racional, me gusta conocer el origen de las cosas y sé que el fútbol es un deporte pero también un negocio turbio que aprovecha la FIFA. Les recomiendo, si no vieron todavía, el video del cómico inglés John Oliver sobre el principio de la salchicha y lo que se esconde detrás de una de las organizaciones más poderosas del mundo.
La próxima semana, apenas se termine esta suspensión de la realidad que es el Mundial, aparecerán los problemas habituales en su total dimensión. De uno de ellos hablaré en este post. Pero si hay un momento en el que merecemos dejarnos llevar por la emoción es ahora, porque compartir los sentimientos de alguna manera nos iguala: todos hinchamos por la misma Selección. ¿Si es una espejismo? Es probable, pero la alegría que siento y veo en mis sobrinos, en mis vecinos y en los desconocidos que cruzo por la calle, es auténtica y es la que va a quedar en mi memoria.
Pero mientras gritamos los goles, las inundaciones siguen afectando a un sector amplio de nuestro país. Las imágenes son abrumadoras, Misiones, Formosa, Chaco, Corrientes y Entre Ríos son las provincias más afectadas. Lejos de estar solucionado el tema, el Servicio Meteorológico Nacional mantiene el alerta por lluvias y tormentas, y los gobiernos vigilan la posibilidad de que aparezcan epidemias en la zona. Junto a los evacuados de Paraguay y Brasil hay más de trescientas sesenta mil personas que hoy necesitan ayuda. Esta inusual crecida de los ríos en una época del año en que no suele llover, es uno de los fenómenos que se atribuyen al cambio climático.
En medio de tanto desastre existen personas que buscan soluciones para este tipo de problemas. Hace algunos años conocí al antropólogo italiano Andrea Markos en una conferencia sobre agrocombustibles y Soberanía Alimentaria. Nos encontramos gracias a las redes sociales y charlamos sobre las actividades que está desarrollando. Me contó que da clases en la Universidad René Moreno y que está recorriendo el Departamento de Beni, en la Amazonia Boliviana. En ese territorio que limita con Brasil, existe una zona rural aislada que desde 2006 sufre daños cada vez más frecuentes como consecuencia de las sequías, lluvias y las corrientes del Niño y la Niña. Pero en una zona de acceso difícil, hace tres mil años la etnia de los Mojos construyó caminos y sistemas complejos de cultivo y utilización del agua a través de canales, diques, desagües y elevaciones del terreno.
Departamento de Beni

Departamento de Beni - Créditos: Ivano Grasso

Andrea Markos está llevando adelante un proyecto de investigación para recuperar y aplicar antiguas técnicas con el objetivo de construir reservorios de aguas. Junto al fotógrafo Ivano Grasso, su idea es documentar el trabajo y publicar un libro con texto y fotos que alienten a los agricultores familiares e instituciones a volver a usar esos sistemas hidro-agrícolas que fueron útiles. Convertir desastres en oportunidades es el lema. Y en la página de Kickstarter se puede leer el artículo completo (en inglés y castellano) y colaborar con este proyecto que en un futuro cercano se podría replicar en áreas con ecosistemas y condiciones climáticas similares.
Me gustaría que toda esta energía que invertimos para ver los partidos, sufrir y emocionarnos, esta conexión que sentimos hoy con nuestros vecinos, la transformemos en interés y compromiso con causas que involucran a los argentinos pero también a nativos de otros países, porque en cuestiones de ecología no existen fronteras ni enfrentamientos que valgan. Y si pueden ayudar en lo urgente, hay lugares como la Fundación Sí que se encargan de llevar las donaciones a la gente que lo necesita.
Andrea Markos

Andrea Markos - Créditos: Ivano Grasso

No quiero terminar este post sin mencionar a Jorge "Topo" López, periodista de Olé y radio La Red, que murió en un accidente provocado por el choque de un auto que era manejado por delincuentes que escapaban de la policía militar. Sumado a la muerte de Soledad, la hija de "Tití" Fernández, constituyen un saldo trágico que nos deja esta Copa del Mundo en Brasil. Para los amigos y las familias de ambos, les mando un abrazo grande.
Nos reencontramos el próximo martes, con todas las cartas jugadas. Pase lo que pase, Argentina demostró lo que tenía para dar en la cancha y estoy orgullosa de ellos.
Por cualquier consulta o sugerencia, me pueden escribir a kariuenverde@gmail.com
Kariu

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