
El mar es el mar. Nada te renueva como dos días en el mar. Playa, sol, salidas a comer, amigos. Pareció una semana. Volví esta mañana y ya me quiero volver a ir. No hubo ni media chance de quedarme, el jefe escribió desde el exilio y aseguró que hoy estaba de vuelta. Hablé con Pedro y fue clarísimo.
-Volvé, nena. Esto no está para bollos.
Así que acá estoy, con firmes intenciones de resolver mis vacaciones en breve y decidida a que tienen que ser en el mar. Ahora no queda otra que arrancar el lunes y organizar algún programa más o menos divertido para ir transitando la semana porque si no, no da. Entre los mails que me llegaron estos días que estuve allá, uno del Turco preguntando si estaba en Buenos Aires. Me parece que mi propuesta para el 2009 era de renovación y no de reciclaje, pero no es tan sencillito a veces. Bueno, en realidad tengo que admitir que yo también mandé un mail para saludarlo a fin de año. En fin, rápidamente tengo que crearme opciones para que este año sea distinto.
¿Ustedes, el finde?
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