"Monch nació hace más de 5 años con la idea de ofrecer productos personalizados para eventos. Nos gustaba pensar en esos detalles que crean experiencias y que sorprenden y agasajan a los invitados", cuenta Luciana Carnevale (34), productora, comunicadora audiovisual y cocreadora de la marca junto a Lucrecia Pisano (33), diseñadora industrial. Juntas formaron una dupla imbatible en lo que a la producción se eventos únicos se refiere: Lucy aportando todo su know how de comunicación y producción, y Lucre poniendo el ojo en la creación de insumos personalizados para el evento, algo que le da un toque único a cualquier encuentro. Hoy te contamos la historia de estas dos emprendedoras que, poniéndole toda la garra, llegaron a lo más alto.
Los comienzos
"Nos conocimos en el colegio hace muchos años atrás y cuando surgió la idea de hacer una empresa no teníamos ni idea de cómo iba a resultar. Una tarde nos sentamos en un café a pensar cómo podía ser y empezamos de una. Primero hacíamos palabras de madera personalizadas, que en ese momento se usaban mucho para decoración, y de a poco fuimos ampliando las posibilidades, sumando distintos materiales y ampliando el catálogo." Pero no se quedaron ahí. El despegue real de la empresa comenzó cuando se dieron cuenta de que podían encargarse no sólo de los productos personalizados, sino de todo el evento. "Fue algo que surgió escuchando a los clientes, porque nos dimos cuenta de que estábamos en condiciones de brindarles más cosas todavía." Así fue como sumaron el servicio de producción, organización y ambientación, pensando la comunicación completa del evento, con todas las piezas que se necesitan para que salga perfecto.
Siempre hay desafíos
No obstante, la tarea no fue fácil. Tuvieron que salir de su zona de confort y armar un equipo de profesionales más grande, que incluyera expertos de distintas áreas para poder abarcar eventos de variadas dimensiones. En ese sentido, no tienen dudas de cuál fue la clave para lograrlo: "Hay que delegar, porque encargarle cosas a otro profesional que puede hacerlo mejor genera mejores resultados." Así fue como de la producción de revolvedores para vasos, carteles de recién casados y centros de mesas, terminaron sumando al emprendimiento la logística de cada uno de los detalles. "El arte está en entender lo que está diciendo el otro y materializarlo", cuenta Luciana, que dice que muchas veces reciben llamados de gente o empresas que les piden carteles, pero sin tener la más mínima idea de qué quieren comunicar en ellos. Las chicas entonces asesoran, aportando un plus muy valorado por los clientes. "Nuestros productos se hacen para comunicar algo, por eso siempre procuramos hablar por teléfono, para entender bien qué se necesita para cada ocasión".
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Presencia en las redes
Con una gran exposición, fundamentalmente gracias a sus más de 57 mil seguidores en Instagram, la clave del éxito de Monch estuvo en su fuerte trabajo en redes sociales, en donde siempre muestran quiénes son y transmiten sus valores de marca non stop: alegría, amistad, compromiso, trabajo y espontaneidad. En ese sentido no tienen dudas, para ellas fue fundamental saber en todo momento qué decían y para qué lo decían. "Porque vos podés comunicar, pero siempre teniendo en claro el objetivo. Los valores para eso son fundamentales, porque es lo que uno le transmite a su marca sin querer. Es lo que fluye." Otro punto fundamental estuvo en ser organizadas desde el comienzo, trabajando codo a codo con una contadora amiga que al día de hoy las sigue ayudando. Gracias a ella tienen planillas para todo: caja por mes, pendientes, presupuestos, productos para entregar y facturación mensual y anual. La clave, dicen, está en el método: "Cuando encontrás uno que te sirve y te acostumbrás, todo es más fácil".
Los consejos de MONCH
Ya asentadas sobre lo que es un negocio sólido, Luciana y Lucrecia tienen varias recomendaciones para darles a otros emprendedores que están recién arrancando:
- Estate atenta a las tendencias. "La tendencia siempre genera demanda" dicen. En su caso, los clientes buscan los que se usa redes sociales y al ver que ellas lo hacen , lo encargan. "Igualmente, cuando se puede, intentamos transgredir la tendencia, porque nos cansamos de la misma temática y no queremos hacer lo mismo que hacen todos. No obstante la decisión es del cliente."
- Elegí bien tus socios. Para las chicas, un socio es alguien que te complementa, reconoce tu trabajo y tira para el mismo lado, sin competir. "Nosotras tenemos nuestro circuito armado y cada una sabe lo que tiene que hacer. Hablamos muchísimo y nos consultamos todo, pero al mismo tiempo trabajamos con autonomía. Nuestro secreto es, cada 6 meses más o menos, plantearnos dónde queremos estar. Eso nos ayuda a entender qué quiere cada una y si tenemos el mismo propósito para el emprendimiento."
- Buscate "socios proveedores". Como al inicio no tenían mucho capital, buscaron proveedores que aceptaran hacer con ellas una suerte de partnership: si les proveían los materiales sin tener que hacerles un adelanto, ellas a cambio se comprometían a trabajar siempre con ellos. El acuerdo resultó ser un éxito y una modalidad de trabajo que recomiendan a otros emprendedores, porque ahorra costos a la hora de arrancar.
En números
- $1000 de inversión inicial.
- Realizan 10 kits para grandes eventos por mes.
- Entregan más de 30 productos personalizados mensualmente (por ejemplo, carteles específicos).
- En promedio, hacen un gran evento corporativo por mes y 3 o 4 eventos chicos (como ambientaciones infantiles).
- Hacen 1 o 2 entregas de regalos corporativos por mes.
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