
Todavía no tengo organizadas las vacaciones y Gran Jefe acaba de hacerme entrar a su oficina para decirme que tengo que definir fechas porque le estoy complicando la vida a todo el mundo.
-Pero ya decidieron todos, eso ya está, nadie se está complicando...
-Bueno, entonces me la estás complicando a mí. Andá redondeando eso, Sofía.
Así que acá estoy, presionada por definir días sin plan firme a la vista. Pedro dice que coincida algunos días con él y que de última me sume a sus planes (le prestaron una casa en Uruguay la segunda quincena de febrero) porque total este año las vacaciones de todo el mundo en la agencia fueron una desorganización total. Y eso que existe un pseudo Recursos Humanos coordinando.
Todos los años la misma historia. Me tiene harta esto de pensar mis vacaciones sola o sino depender de algún amigo que esté en las mías. Este año no hay nadie disponible y la verdad es que no estoy para irme 10 días con la familia de Mara o Luz o Cata y los chicos y los baldecitos, las comidas a las 8 en punto, el baño y todos arriba a las 7 a.m porque la casa es chica y se escucha todo. No es programa, las adoro, adoro a sus hijos pero la verdad es que quiero descansar y hacer otra vida. A veces fantaseo con irme solita y mi alma a algún lado pero después me veo almorzando sola en un chiringuito junto al mar y me deprimo. Y cuando pienso en las noches, ni les cuento. Para variar, no sé cuáles son las opciones.
En esta nota:
SEGUIR LEYENDO


Qué es la cultura de la cancelación y qué significa estar “cancelado”
por Ludmila Moscato

Estrés. El costo que pagan los líderes por ocuparse de su equipo

Podcast. Una oportunidad de engagement para los emprendedores
por Milagros Conzi

ESI para padres. Todo lo que tenés que saber para poder hablar de sexualidad con tus hijos
por Denise Tempone
