El sábado a la noche fui al reestreno de una obra de Daulte ( 4D óptico ) y salí de la sala impresionada... Impactada. No sólo con el talento de Javier, autor y director, sino también con su nivel de producción. Estoy hablando de un hombre que no sólo hace muy bien lo que hace (con entrega y lucidez fanática), sino que además hace mucho, prolíficamente, sin pausa.
De ahí que al sentimiento inicial de asombro y agradecimiento que sentí al salir del lugar, le siguió –in crescendo- el imperativo "hacete cargo..." "Hacete cargo de todo lo que no estás haciendo, Inés. Hacete cargo de lo que te pide tu deseo... Concretalo". Amagué con juzgarme duro, pero por suerte frené el movimiento a tiempo. Sería estéril, incluso contraproducente, hacerme ahora malasangre por la lentitud de mis procesos...
Y ojo con seguir usando el adjetivo "lento". Porque una cosa es no correr, reaccionando sanamente contra un sistema que galopa sin necesidad de ello... y otra, muy distinta, es empastarse en un hacer que por miedos escondidos, discretos... se va guardando, postergando hasta el infinito.
Sí, quiero y necesito hacer... a mi ritmo. No necesariamente despacio.
Para que me entiendan mejor, el guión de la película que estoy empezando a desarrollar este año, empezó a ser escrito hace alrededor 8 años. En ese interín otros jóvenes colegas (no hablo de Javier, sino de otros colegas de mi generación que eran tan alumnos de él como yo) ya fueron y volvieron... y van por su 2do/a obra o largo. Es cierto que yo tuve que compensar la falta de formación académica (no estudié cine en escuela), es cierto que no tuve una hija, sino 2 (y la última, de manera muy sorpresiva), es cierto que cada camino es único, que no hay vara para medirnos, que tampoco tiene ni tendría ningún sentido... pero también es cierto que a veces peco de inercia... y escudándome en el "soy lenta", alentó los tiempos de un proceso cuyo duración debería ser más un misterio (que incluya saltos y sorpresas) y menos una certeza.
Sí, me es difícil bajar las expectativas. De momento voy a seguir apostando por desinhibir a la artista.
¿Qué piensan? ¿Y ustedes? ¿Alguna reflexión o replanteo significativo en estos últimos días?
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