Tu mejor virtud es tu peor defecto. Hace un par de días que vengo pensando en esto. En relación a uno mismo y en relación a cualquiera. ¿No es increíble cómo aquél rasgo o característica que más te atrajo de tu amigo o pareja termina siendo luego la piedra que más te molesta?
Te enamoró su sofisticación, sus múltiples inquietudes, su hambre de ser alguien. Y hoy, cada vez que abre la boca y empieza a explayarse, "mamita, pero qué flor de arrogante."
Te cautivó su simpleza y su austeridad, pero con el tiempo fuiste detectando la enorme limitación que había detrás. Hoy te embola que te mire con mala cara si te dan ganas de vestirte con audacia, gastarte unos pesos extra o enrollarte por una pavada.
De ella te maravillaba su increíble sensibilidad y empatía (hacia los demás), pero con los años te diste cuenta que se involucraba demasiado (con sus amigas) y en parte se evadía de sí misma.
Yo, por ejemplo, también tengo una sensibilidad importante. Perseverancia y carácter. Lucho contra mi sensibilidad para no aislarme (fundamental). Contra mi perseverancia para aprender a decir "basta" (gran capacidad para sobre-adaptarme). Y contra mi carácter para no convertirme en una tirana.
No creo que estas características sean ni mi mejor virtud ni me peor defecto. Bah, en realidad, que eso lo diga un tercero. Porque volviendo a ellos, a estos mecanismos de atracción y rechazo que tenemos en relación al resto (y el resto en relación a nosotros), me animo a decir que son nuestras (y sus) mejores herramientas para conocernos (y conocerse). Efecto espejo + proceso interno. Y cierto, así como de entrada nos maravillamos y luego nos agarramos la cabeza, también sucede a la inversa.
PD: ¿Cuál es la mejor virtud y el peor defecto de tu novio o pareja? (vieja o actual). Y si no quieren hablar de ellos, pueden responder en relación a sus mamás o suegras.
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