"El avión no me gusta nada"

"En el último viaje con mi mujer por Medio Oriente, lo más maravilloso de todo fue encontrarnos con dos argentinas y otras uruguayas que navegaban con nosotros por el Nilo. En los momentos de ocio absoluto, cuando ya se terminaba todo y no había ninguna tumba que ver, ninguna pirámide por recorrer, era maravilloso encontrarnos todos en cubierta para hacer un truco de seis al lado de la pileta. Una cosa medio absurda dentro del viaje, que me retrotraía a Los 36 Billares, bar donde en mi juventud jugaba a las cartas. Por mi parte, siempre he detestado a la gente que está con las cartas o leyendo mientras pasa por al lado de un monumento extraordinario. Pero en esas soledades de la noche, al lado de esa pileta poco iluminada, jugar al truco con esa congregación rioplatense fue una verdadera maravilla."

-Un libro, un guión, una obra que a uno le interese para su próximo trabajo.

-Siempre está la posibilidad de salir de gira por el país y el exterior. Aunque se viaje por trabajo la verdad es que se disfruta mucho. De todas maneras, yo prefiero viajar por mi cuenta.

-Hacia 1985, cuando trabajaba en Los c ompadritos, la obra de Roberto Cossa, fuimos invitados a participar de tres festivales en el exterior: al de Nueva York, al de Puerto Rico y al de México. Fue una experiencia realmente muy saludable para todos.

-Por tierra, pero casi siempre, adonde voy hay que volar. El avión no me gusta nada, pero igual me subo.

-¡Pasillo!

-¡Hay tantas! Pero creo que la ciudad del teatro es Buenos Aires, por la cantidad de espectáculos que se ofrecen. Después hay otras como Nueva York, que se destaca especialmente en la comedia musical.

-Cuando estuve en Nueva York, en 1984, me sorprendió que lo que menos había en la ciudad eran norteamericanos. Es tal la cantidad de etnias que se han refugiado en esa ciudad, de chinos, italianos, marroquíes, argentinos, mexicanos, puertorriqueños y tantos otros, que los norteamericanos hoy son minoría.

-Halloween.

-Los templos de Abu Simbel, al sur de Egipto. Más allá del viaje extraordinario por el Nilo, llegar hasta ese lugar y enterarnos de que esos dos gigantes habían sido trasladados debido a la construcción de la represa de Asuán fue doblemente extraordinario. Me dejó maravillado.

-How Much? Es lo único que sé decir en inglés y son las dos palabras que más utiliza mi mujer.