Créditos: Corbis
Por Juan Yesnik
Especial para RevistaOhlala.com
Si bien aún la ciencia no ha decidido comprobarlo, se cree que ciertas vitaminas ayudan a mejorar la vida sexual. Los alimentos ricos en ciertos poderes vitamínicos actúan como vigorizantes o estimulan el funcionamiento del aparato reproductor de hombres y mujeres.
En nuestra nota anterior nombramos una serie de hierbas naturales a las que se les adjudican estos "poderes". Hoy vamos a explorar la lista de alimentos que, luego de consultar con un profesional de la salud, podríamos sumar a nuestra vida cotidiana.
Se supone que donde está presente la vitamina B12 (leche, huevos, carnes, hígado, etc.) hay posibilidades de que aumente el deseo sexual. La vitamina A (frutas, hortalizas, etc.) se reserva el poder de revitalizar las hormonas. La responsable de garantizar la erección sería la vitamina E (naranjas y limones).
Ya hicimos mención a especies vasodilatadoras como el jengibre, el orégano, el azafrán y la canela. También mencionamos la oferta de sumar miel, nueces y avena. Pero no podemos dejar de sumar a la lista al café y el chocolate.
El poder del chocolate está en manos de la feniletilamina, la sustancia energizante que es parte del cacao. Cuanto más cacao, mejor chocolate. Cuánto mejor sea el chocolate, más garantías de que se potencie el sistema nervioso. El chocolate genera endorfinas y eso aumenta los índices de placer.
La cafeína también energiza y facilita la erección y el deseo. Con una o dos tazas al día es suficiente.
Las ostras, langostinos, gambas y otros mariscos, contienen, por su parte, interesantes dosis de zinc, mineral que interviene en la potencia, el deseo y la fertilidad.
Ya tenemos algunos ingredientes infaltables a la hora de pensar en una "receta afrodisíaca". Tampoco está de más sumar a la bolsa de las compras: almendras, semillas de sésamo, calabaza, champiñones, tomates, espárragos, apio, higos, moras y otros frutos rojos.
La relación de la comida con el sexo es legendaria. Pero lo cierto es hoy sabemos que sería un error dejarlo librado todo al sistema digestivo. No se trata de grandes comilonas estimulantes, de posible digestión lenta o efectos colaterales, sino de saber qué ingredientes alimentan a nuestras neuronas. Ya lo dice Isabel Allende en su libro "Afrodita": "comer y copular dependen menos de los sistemas digestivos y sexual que del cerebro".
¿Hay algún alimento que te haga sentir más hot? Contá tu experiencia.
En esta nota: