A veces recibo mails de lectoras que me cuentan sus vidas o me piden algún consejo porque están en una etapa de cambios, o quieren modificar sus hábitos en la alimentación y no saben bien cómo. Antes que nada, les agradezco mucho por confiar en mí. Siempre aclaro que no soy un ejemplo pero después de un tiempo de observar preguntar y escribir este blog, puedo compartir datos y diferentes historias que tal vez logre inspirarlas, porque creo que si nos proponemos, siempre podemos ser una mejor versión de nosotros mismos.

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¿Cómo hacerlo? Acá van algunas ideas que pueden servir:
1)Tener claro cuál es el objetivo del cambio.
A veces se trata de una sensación de insatisfacción pero no sabemos exactamente el motivo. Puede ser que el espejo no nos devuelva la imagen que nos gustaría tener, o no nos sentimos saludables, falta energía, puede que estemos en un trabajo que no nos llena, o los estudios no son lo que queríamos, o perdimos hace tiempo la unión con nuestra pareja. Puede que tengamos una vida desordenada, ¿por dónde empezar? Plantearse objetivos a corto plazo sirve: escribirlos, soñar, visualizarnos cómo nos queremos ver en un mes, en unos años. Repetirlos hasta incorporarlos. La acción se inicia en nuestra mente, conectada con los sentimientos. Es probable que una crisis traiga aparejado el desequilibrio. A no asustarse, es parte de la vida y de nuestras elecciones. Siempre saldremos fortalecidos.
2) Consultar a un especialista:
Si vimos que hay un problema en la alimentación, y estamos un poco perdidos en ese tema, lo más conveniente es consultar a los que más saben: nutricionistas y médicos que admitan diferentes tipos de dietas. Conocí personas que me ayudaron en ese sentido. Dentro de las posibilidades de cada uno, pueden contactarse con ellos y seguirlos a través de las redes sociales, así podrán aprender y elegir, con la información necesaria.
IATENA (Instituto Argentino de Terapias Naturales). Cuenta con información, cursos presenciales y online de cocina y salud, y el asesoramiento de especialistas.
Natalia Amengual: Es Licenciada en Nutrición, creadora de los Círculos de Alimentación Consciente, trabaja con la alimentación natural y el desarrollo espiritual. Habla de la Armonía 60/40 (60% vegetales, 40% legumbres o cereales) para facilitar el camino hacia el nuevo paradigma de la Nutrición.
Luana Hervier: Health Coach, profesora de Yoga, colabora en diversos medios y acompaña a las personas que quieren comenzar a implementar cambios saludables en su vida.
Luis Delupi: Junto a mi hermana, es mi médico de cabecera a la distancia, vive en Neuquén pero suele viajar y dar charlas por diferentes provincias para difundir la necesidad de orientarnos hacia una alimentación consciente. Se lo puede seguir por Facebook, escuchar los audios de Mi Comida me Sana. o estar al tanto de los eventos que se realizan en nuestra zona, y de otros médicos que se orientan al naturismo. Aparece con frecuencia en el programa Somos Ensalados, de la radio online Ensalada Verde.
Medicina Antroposófica: Si les interesó la mirada holística de este tipo de medicina, en el Centro San Rafael Ramallo 2606, atienden profesionales de la salud.
Preguntá en tu obra social, no da lo mismo cualquier profesional ni seguir una dieta estándar que no tenga en cuenta tus gustos y tus tiempos. Si encontrás uno que te entienda, y que sea abierto, lo mejor es continuar con él, nada mejor que una relación nutricional estable.
3) Invertir en la comida:
¿Es caro comprar en dietéticas? Depende. Si la idea es empezar a ganar en salud, dejar de comer alimentos envasados y sin nutrientes es una buena idea, y se ahorra mucho dinero. Olvidarse de las gaseosas, o tomarlas como un gusto que nos damos muy cada tanto. Nada que sea demasiado salado o dulce, nada que contenga glutamato monosódico es aconsejable, reducir la cantidad de esos productos o eliminarlos. ¡Leer etiquetas! Conocer cuáles son los alimentos que tienen más grasas. Invertir en buenos aceites de oliva, no será necesario usar demasiado. Hay productos que son accesibles y hasta se pueden comprar en pequeñas cantidades: arroz yamaní (cereales), lentejas, (legumbres en general), semillas de chía, sésamo, lino. Preparar o comprar hamburguesas con esos ingredientes, que se pueden guardar en freezer, y acompañar con verduras de estación, que son frescas y más económicas.
Comprar en mercados de productores, tratar de comer orgánico o agroecológico, buscar lo más difícil de conseguir en el Barrio Chino, hacer expediciones al mercado andino de Liniers. Animarse a probar sabores diferentes de la comida étnica, nos podemos llevar una buena sorpresa.
4) Tomarse un tiempo para cocinar y para comer:
La cocina puede ser una obligación o un juego. Los mejores platos son los que ingresan por todos nuestros sentidos. Usar plantas aromáticas, tener a mano siempre algunas, frescas o deshidratadas. Que haya colores en las comidas, recordar que para incorporar todas las vitaminas en la semana es conveniente consumir vegetales de diferentes colores: verde, naranja, rojo, violeta y blanco.

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Hacer sopas de verduras sin calditos. Disfrutar de cada comida, saborearla, darnos el tiempo para preparar los jugos digestivos para esa actividad necesaria pero también placentera. Hacer talleres o mirar canales de cocina en la tele o en Youtube que nos amplíen las opciones. Máximo Cabrera, Diego Castro son algunos de mis referentes.
5) Libros y documentales de cabecera:
Leer libros que aporten ideas y conocimientos. Seguir recetas y no seguirlas, modificarlas, encontrar el encanto de la creación. A mí me gustó mucho el libro de Diego San "Guía de nutrición y cocina consciente". En el post Lectura consciente también hablé sobre el tema y en Libros, gastronomía y reflexiones. Sobre documentales, hablé en Comportamiento humano en formato documental
6) Conciencia ecológica:
Tener conciencia ecológica implica llevar una vida en la que tomemos en cuenta el cuidado del Medioambiente, entender que somos parte de él y que estamos conectados con todos los seres que habitan el planeta. Intentar equilibrar lo que consumimos y lo que tiramos a la basura, leer diferentes teorías, no cerrarse a ninguna. Leer información sobre Soberanía Alimentaria, cuestionar y debatir sobre esos temas también es hacer política. Si tu decisión es dejar de comer carne, o abadonar los productos lácteos, entendé por qué lo hacés. Ante determinadas polémicas que surgen cada tanto en contra del vegetarianismo, o del veganismo, leer entrelíneas. Yo recomiendo el trabajo del médico Ezequiel Arrieta, Vegetarianismo en el debate político.

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7) ¡Actividad física!
El movimiento es esencial para mantener la salud del cuerpo y de la mente. Generamos endorfinas cuando corremos, nadamos, bailamos, caminamos, andamos en bici, tenemos sexo, ¡cuando estamos con gente querida! Estamos acostumbrados a hacer dietas para adelgazar, a contar calorías de cada producto que comemos, pero no leo tantas promociones para aumentar tus niveles de endorfinas o activar la adrenalina. Elijamos la actividad física que más nos guste hasta que se vuelva una rutina.
8) Rodearse de gente positiva:
Uno suele rodearse de personas con las que tiene algo en común. Cada tanto está bueno analizar con quiénes nos relacionamos. ¿Son personas quejosas? ¿Nosotros nos quejamos o vivimos criticando a otras personas? Es una trampa en la que podemos caer, vincularnos con otros a través de los aspectos negativos. En realidad esas personas también guardan en su interior pensamientos positivos, por lo que se puede replantear cualquier tipo de relación. Hacé una prueba: cuando hables sé consciente de tus palabras, fijate lo que te molesta de los otros y lo que criticás. Es probable que sea algo que deberías modificar de vos mismo. Es un trabajo intenso y difícil, tal vez implique una limpieza de contactos en el que entran cuestiones de energías, pero aseguro que hace bien.
9) Conectarse con el interior y el exterior:
Mi manera es a través del Yoga, pero existen miles de maneras. Está la meditación en movimiento, para los que lo necesitan porque son muy activos. Marina Aldasoro, la instructora de Yoga, se encontró plena en el Ashtanga. Varios amigos me dijeron que las mejores ideas se les ocurrieron mientras andaban en bici. Nicolás Artusi dice que le cayó la ficha de ser "sommelier de café" cuando corría por Palermo. Para llegar a nuestros deseos más profundos, hay que despejar la mente del ruido que nos rodea, de los deseos ajenos, de las presiones sociales, del qué dirán. También sirve escribirlo, tenerlo presente. Si podés aprovechar la naturaleza y sentir el sol tibio sobre la cara, mucho mejor. Viajar es una de las mejores maneras de aprender.
10) Reír más:
Hace algunos años hice cursos de meditación y respiración que me hicieron muy bien. Justo en el peor momento de separación, mudanza, etc; me decían que tenías que sonreír hasta que mis músculos me contagiaran la emoción de la alegría. Nunca supe si era cierto, pero desde entonces trato de aplicarlo. No se trata de ocultar la tristeza, porque ella también es necesaria (eso lo demuestra la película Intensamente). Para ser una persona feliz y saludable, busquemos el equilibrio, y hagamos como Leo García, tratemos de reírnos más, porque nuestro tiempo es limitado, y "porque la muerte es un absurdo fin".
Este post va dedicado a Daiana, que me contó que 2015 fue su año de cambios y decisiones, y Vanesa, de Lanús, que ya comenzó su proceso. En mi caso, también este año elegí empezar cosas nuevas y las consecuencias a veces me hacen tambalear, pero nunca caer. Espero que las ideas les resulten útiles y las puedan aplicar.
Me pueden escribir a kariuenverde@gmail.com
Abrazo con sol.
Kariu
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