El sábado, en medio de los preparativos del cumple de Lupe, a mí se me dio por decir, no recuerdo bien a cuento de qué, que Lupe había caído del cielo. Lo dije sin pensarlo, a raíz del factor sorpresa que había tenido su embarazo...
-¿Se cayó del cielo? ¿Se lastimó? –inquirió China con ojos abiertos.
-Nooo –contesté. Y estaba por explicarme mejor pero me callé para seguir su diálogo.
-Caíste del cielo –le repitió la mayor a las más chica.
-No, no cayí del cielo. No me dolió nada. No me golpé nada.
-Porque eras un angelito que volaba –acotó China.
-Nooo. Yo estaba caminando... y me encontré una casa. Y entré... ¡Y después me metí por la chuchi! (Risas)
Y a los segundos concluyó:
-¡Y ahí adentro me hice bebita! (Más risas).
Así contó Lupe su llegada. Y no tanto por las palabras que usó, sino por el tono y los gestos, a mí me generó lo que ella siempre genera: GRACIA.
Recordemos, por otro lado, que, de no ser por aquella caída del cielo, por aquella irrupción fuera de cualquier pronóstico, nunca habríamos iniciado este intercambio (y me refiero al blog, al blog "de la mamá", al blog "de la mamá embarazada" en su momento). Lupe es la "culpable". O al menos su aparición intrauterina fue condición necesaria para que aquél se diera.
¿Y qué más decirles de hija menor que todavía no sepan?
Que es querible, una nena querible como pocas. Ah, sí, eso ya lo saben.
Que al momento de comer –y acaso en otros aspectos- no tiene grises. Pasa del "riquísimo" al "asqueroso". Y lo dice de modo taxativo.
Que no puede todavía pronunciar "Tigre", así que en casa tenemos un "Tigre" y un "Tiger" (una versión Spanglish).
Que copia meticulosamente a su hermana y se relame, se jacta cuando encuentra alguna minucia de ventaja: "Ahh, a mí me abrazaste 2 veces y a ella una sola".
Que es escatológica y curiosa de las tetas, de mis tetas. Bah, de las mías porque son las que tiene cerca. Ahora que recuerdo, en Navidad descubrió las de Regina, hija del marido de mi madre, y estaba deslumbrada con el tamaño: "¿por qué son tan grandes?"
Que no sólo no acepta nunca que un vaso de agua se le cayó a ella, sino que, además, tiene el descaro de acusar al gato. ¡A Tiger! "¡Fue Tiger!"
Que abre la heladera cuando tiene hambre, sin pedir permiso, caza tupper, se sienta en el suelo y se manda a comer fideos fríos. Y si no encuentra tenedor, lo hace con la mano.
Que es más caprichosa que quien suscribe, e intransigente en ocasiones; o casi siempre. Y puede llegar a ser tiránica.
Y que le teme, le tiene mucho miedo a los malos de las películas o programas. Prefiere no ver el programa o la película que acostumbrarse.
Y podría seguir hablándoles de ella porque soy su madre, está claro, y estoy perdidamente... ¿enamorada?, ¿fascinada? ¿Cómo evitarles los lugares comunes? Imposible. Enamorada, fascinada y, sobre todo, agradecida. A ella y China.
Mi vida duele a veces; no es tan rosa ni tan fácil como parece. Tuve y tengo tropezones, quebraduras, embates, tirones... más de los imaginables. Pero –y no sé si está bien decirlo- gracias a estas enanas buenas ("¡es buena!", remarcaba de mi hija una compañera del taller de Daulte*), mi vida tiene fuerza.
Te amo, Lupina. Con toda mi alma.
¡Feliz 4 años!
Y ya que yo las empalagué hablando de la mía, ¿qué tal si me cuentan cómo andan y anduvieron los de ustedes?
*Y sí, ¿qué niño no lo es? Pasa que cuando yo recién estrenaba maternidad, eso me asombraba.
Ay, ella posa.
Sonríe.
Y hace lo que mejor le sale: morisquetas
PD: Buen arranque de semana. Quienes quieran contactarme por privado: me encuentran Ine Sainz. E interesadas en taller a distancia (se abre nuevo grupo entre febrero y marzo): contacto acá o por FB.
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