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"Fier de"





Hay una expresión en francés que adoro y es "fier de". "Être fier de quelqu´un" significa "estar orgulloso de alguien". No sé a ciencia cierta cuál es la raíz de ese término, pero a mí me suena a "fiera". Es casi inevitable. De seguro esta asociación sea arbitraria; pero sucede que cuando pienso en el sentimiento que predomina últimamente en relación a mis hijas (a mis cachorritas), se me viene a la mente la expresión francesa, más que la castellana.
¡Je suis fière d´elles! Ah, sí, si ustedes se creían que hoy lunes, después de casi 2 años de tocar todos los temas, yo iba a aparecerme con una intuición alocada o una gran anécdota... bueno, se equivocaban.
Hoy tengo un sentimiento que me rebosa el pecho, como una copa de champagne en Noche Buena. Orgullosa. Orgullosa de ver a mis hijas crecer como lo vienen haciendo.
No sé si es el sentimiento más noble. Hay mucho del propio ego en juego, no? Pero no voy a juzgar lo que siento ahora, sólo se los cuento.
Me llena de orgullo ver a China reencontrándose consigo misma. Sí, ya sé, sólo tiene 3 años. A lo que voy es que vuelvo a descubrirla suelta, risueña, abierta a los vínculos, parlanchina, payasita, pícara. Si el 2010 fue un año de retraerse y quedarse encogida observando, este año le viene sucediendo todo lo contrario.
Y con respecto a Lupe. Bueno, de Lupe me enorgullece verla fuerte, sana, muy conectada con todos y al igual que China, expresiva y relajada. Relajada en lo vincular. Confiada en las relaciones humanas. Hace tiempo, por ejemplo, que no me hace esos espasmos de sollozos en los que se quedaba morada, sin aire, sólo porque la alzara Patri (o sea, no su madre).
Sí, ya sé, suelo ser amorosa como madre en lo discursivo. De todas maneras, siempre que algo me hizo o hace ruido, también lo comparto.
Hoy no me quedó otra. Después de todo un finde de entrega a mi familia (incluido Federico, muy responsable que todo haya fluido), en el que mis hijas no pararon un segundo de sonreírse, reírse, correr, gritar y comer con ganas (¡ay, qué alivio verlas hambrientas!), no puedo evitar invitarlos a poner el foco en aquello que nos hace sentir "fieros". En relación a los hijos, maridos, novios, amigos, o cualquier otro vínculo.

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