Galerías Lafayette, donde siempre pasa algo

Entre franceses, extranjeros -sobre todo chinos-, aficionados a la moda y amantes de la arquitectura, la centenaria tienda del Boulevard Hausmann recibe 100 mil visitantes por día, incluso por encima de la torre Eiffel.

La fórmula del éxito parece radicar en la perfecta combinación de compras, tradición y diseño. Y aunque el lujo y los productos de alta gama sean un sello distintivo del llamado templo de la elegancia , lo cierto es que en los 70 mil metros cuadrados del monumental edificio también se encuentran precios accesibles, marcas de vanguardia y novedades, muchas novedades.

Precisamente fue para presentar algunas de estas novedades que, la semana última, estuvieron en la Argentina dos representantes de Promoción Internacional de las galerías, Thierry Vannier y Marie Bachelin.

Ambos responsables destacaron la remodelación del primer piso de la tienda, un espacio de 4600 m2 que reúne 300 marcas con lo más selecto del lujo y la moda femenina, desde Chanel hasta Jean Paul Gaultier, Vuitton, Marc Jacobs, Stella McCartney o Valentino, entre tantas otras (ojo que también hay piezas de diseño que arancan en los 45 euros). Estuvieron a cargo de la flamante renovación, el arquitecto Bruno Moinard y el artista óptico Yann Kersalé, el mismo que, en 2012, envolvió en luces de colores la magnífica cúpula neobizantina-una obra maestra del art nouveau- para festejar el centenario de la misma (aunque las tiendas se inauguraron años antes, en 1893).

En breve, además, las mujeres sumarán otro espacio dedicado exclusivamente a la lencería (3500 m2 sólo de ropa interior). Pero atención, porque también hay novedades para ellos: un departamento de accesorios para hombres, la sección Pour Homme, cuya cara es nada menos que Pedro Almodóvar. El cineasta español aparece enfundado en smoking y con zapatos de charol, sosteniendo un ejemplar del guión de su próxima película, Los amantes pasajeros .

Además de las compras, las Galerías Lafayette proponen actividades: desde desfiles gratuitos de moda, cursos de maquillaje, muestras de arte hasta talleres de gastronomía francesa. Sin mencionar otros rubros como el espacio dedicado a la decoración de la casa o a la gastronomía, con el antiquísimo salón de té Angelina o la más reciente incorporación, el bar/restaurante Le Premier (con productos Petrossian y Pierre Hermé).

Entre los compradores número uno de las galerías están, lejos, los chinos, fanáticos de los relojes, las carteras y otros accesorios de lujo (también de vinos, aunque no son grandes tomadores, pero sirven para mandarse la parte en casa). Justamente, Lafayette abrirá este año una sucursal en Pekín, que se suma a las ya existentes tiendas de Dubai, Berlín y Casablanca (las próximas inauguraciones serán en Yakarta -este año- y Doha, en 2015). Rusos, árabes y brasileños siguen en la lista a la hora de gastar, sobre todo en ropa, perfumes y joyas.

Justamente, para clientes VIP existe el salón... VIP. Una suite de 400 m2 y terraza panorámica con acceso privado, atención personalizada y personal shopper, entre otros detalles que se fueron sumando en los últimos años.

Porque, como lo dice el eslogan: Siempre pasa algo en Galerías Lafayette ( Il se passe toujours quelque chose aux Galeries Lafayette )