¿Para mí qué significa un amigo?
Yo cada vez estoy más relajada con el término, menos exigente y más comprensiva. ¿Y saben una cosa? ¡Nunca antes tuve tantos amigos!
Y antes de que me digan "yo tengo poquitos, pero muy buenos", yo les cuento: mis amigos son todos excelentes personas; a veces "mejores" o "peores", según mis necesidades, pero lo lindo es que la conexión sigue viva y más allá de ciertos silencios o desencuentros, aprendimos a querernos.
Están mis amigas más "circunstanciales" o maternales con los que comparto el día a día, más momentos en vivo y en directo (Miri y Yanet). Están mis amigas de toda la vida, de la infancia, con quienes bastan 2 o 3 palabras para volver a sentirnos como cuando éramos niñas (Mery y Jagi).
Están mis amigos del pasado reciente -y no tan reciente-, con quienes quizás viví mucho, en el trabajo, en un taller de danza, en los castings, en momentos muy marcados, pero que hoy quizás dejamos de frecuentarnos (Jose y Jazmín). Y no por ello dejo de sentirlos amigos.
Mis amigos artísticos, pensantes, con quienes comparto cafecitos o almuerzos cada tanto y reflexiono y me río por partes iguales (Lucre y Kevin).
Y mis amigas del blog, cierto, muchas de las cuales conozco en persona y me encuentro cada tanto para charlar o jugar (¡vamos, todavía!) y muchas de las cuales siento profundamente a través de sus escritos.
Pero qué onda, ¡¿no es que hoy era el juego?!, se estarán diciendo. Basta de dar vueltas y a decirnos qué hacemos.
A los que no tienen amigo asignado: ¡¿qué es para ustedes un amigo?! Y estense atentos a descubrir de qué habla el resto.
¡Gracias, amigos! ¡Gracias, Mer! ¡Gracias, Ali! ¡Los quiero!
En esta nota: