Guía alimentaria en la Feria del Libro

La charla comenzó con un repaso de la historia de la humanidad y de nuestro desarrollo como recolectores, después cazadores y agricultores, y cómo a partir de la Revolución Industrial el consumo de cereales y el sedentarismo afectaron a nuestro cuerpo. Basta una imagen para entender en qué nos transformamos:

Con respecto a la situación nutricional en nuestro país, hablaron sobre estas cuestiones:

*Cada uno de nosotros necesita alrededor de 2 mil calorías y Argentina produce cerca de 3200 calorías por habitantes. Es un país rico en ese sentido, se está trabajando para que se distribuya y llegue a todos. Producimos alimentos para 442 millones de personas, gran parte es exportado.

*En esta década el desafío es trabajar con el sobrepeso. El 10% de los chicos es obeso o tiene sobrepeso y uno de cada 3 tiene sobrepeso u obesidad. En un proyecto del Garrahan sobre escuelas saludables, se determinó que en una escuela pública el 39% tiene obesidad o sobrepeso, el 75% de los maestros tiene ese problema y está en incremento. Es una epidemia en la que se debe trabajar.

*La desnutrición aguda afecta a un sector pequeño de la población, 1,3%, a los que les falta comida y no cubren sus necesidades nutricionales. Es un porcentaje bajo y está focalizando territorialmente. Puede resolverse con buenas políticas. La desnutrición crónica afecta a un 8 a 9% de los chicos menores de 12 años, los que son de talla baja. Hay que promover la lactancia materna para que el niño reciba esta alimentación, después continuarla con alimentos adecuados. La anemia afecta casi al 30% de los menores de 2 años.

*Uno de los mayores problemas es la calidad de lo que comemos. Entre las recomendaciones: disminuir el consumo de sodio, el azúcar, las grasas.

*Por una cuestión económica bajó el consumo de carne, del 80 al 60% y subió el consumo de pollo. Se debe variar esta proporción.

*Solo un 50% de las personas toman leche. Para subir el aporte de calcio se puede aumentar el consumo de leche, yogurt y queso.

*Se consume en exceso los productos enteros, se come muchas grasas en galletitas, alfajores y dulces, se abusa del pan, jugos de cajitas, fiambres, manteca. A partir del segundo o tercer año se pueden empezar a consumir productos descremados.

*Consumimos muchos productos dispensables. Más calorías de las que necesitamos. A los argentinos no nos falta la cantidad de comida, lo que tenemos que hacer es cambiar la calidad.

*Se deben consumir más fibra y cereales integrales. Se comen galletitas, o galletas saladas con mucho aporte de grasa, pastas rellenas con salsa y queso. Los chicos comen muy pocas verduras, la fibra da saciedad, ayuda el tránsito intestinal, vitamina C, más que las naranjas y los kiwis, tomate, brócoli, morrón, verduras de hoja verde, acelga, espinaca, ayuda a absorber el hierro de carnes y legumbres.

*Por lo general sabemos lo que debemos comer pero no lo hacemos, debemos cambiar hábitos hacia una alimentación saludable. Aumentar el consumo de Vitamina C, A, Calcio, Fibra y Hierro, ácidos grasos, Omega 3. La vitamina A, favorece el crecimiento, son los alimentos de color naranja como la zanahoria o el zapallo. La vitamina C está además de en las naranjas y en los kiwis, en el brócoli y en el pimentón.

*Hay que variar la dieta, la monotonía, los argentinos comemos milanesas, churrasco, pastas, hamburguesas, papa, tartas. Son 30 a 40 alimentos cuando una dieta saludable tiene el doble.

*La posición de algunos productos en los medios masivos, yogures con exceso de azúcar son dispensables. Enseñar la materia de nutrición en la etapa escolar y también incentivar a las actividades físicas.

*Las guías alimentarias aparecieron en el año 2000 para orientar sobre los alimentos que se deben consumir. En las nuevas, la proporción de frutas y verduras aumenta, disminuye la cantidad de carne, y se sugiere variar, los huevos están en el mismo sector. Que sean opcionales dulces y las grasas. Se suman los frutos secos y las semillas. Se estimula el consumo de agua, (los 2 litros sugeridos por día), también incrementar la actividad física, clave para mantener la salud, equilibrio entre el peso corporal y emocional.

Con respecto a ciertas creencias:

*La espinaca no es una fuente de hierro considerable porque no está disponible para nuestro cuerpo, la carne es la mejor fuente de hierro.

*Los enlatados no pierden su valor nutritivo. Se les agregan conservantes y sodio pero pueden ser de ayuda.

*La soja no es igual que la carne, aunque tiene proteínas no es una fuente de hierro.

*Los panes integrales tienen más fibra pero también tienen igual o mayor cantidad de grasa.

*La manteca es grasa pero no es fuente de proteínas.

*El guiso es un alimento nutritivo.

*Algunos dejan de comer banana y uva porque engordan, si no es en exceso ambos aportan beneficios al organismo.

*Los adultos deben tomar leche.

*Los productos light disminuyen ciertos componentes pero también engordan.

*Las galletitas de agua aportan las mismas calorías o más que el pan blanco y tienen más grasa.

*No es necesario el alcohol (la famosa copa de vino por día) para reducir los índices de grasa.

Hasta acá, parte de la charla. Me llamó la atención que no se hablara en ningún momento de vegetarianismo o veganismo como una de las causas -además de la económica- por las que bajó el consumo de carne. Como no hubo tiempo para preguntas, acordamos hablar fuera de la sala Alfonsina Storni. Mientras tanto, del otro lado de la puerta esperaban para ingresar los fans de Eddie Fitte, el periodista hipertatuado de Telenoche que presentaba el libro "Un culo en mi ventana". Tengo que admitirlo: no lo conocía, no sabía quién era ni por qué decenas de adolescentes querían sacarse fotos con él. Tomé nota del libro y le pregunté el nombre a un chico que lo miraba como a un ídolo. Me sentí totalmente out, eso me pasa por elegir no mirar cable ni televisión de aire.

Pero vuelvo al tema pendiente. Sandra Blasi me dijo que había que diferenciar los tipos de hábitos alimenticios, (vegetarianos totales o lacto-ovo), que el vegetarianismo está en alza por razones religiosas, por moda o por salud. También comentó que hay muchas recomendaciones a favor de esta práctica pero siempre con una adecuada suplementación si no consumís carne ni lácteos. En ese caso alguien que sepa tiene que hacer el cálculo y verlo individualmente. No es imposible ser vegano pero se debe consultar para que una alimentación sea completa.

En el tiempo que llevo escribiendo este blog hablé con muchas nutricionistas y médicos: de los que estudiaron la carrera y después se rebelaron, y los que difunden lo que aprendieron en la facultad. Me comentaron quienes estudian en este momento que los contenidos de la Licenciatura en Nutrición son tradicionales y los cambios muy graduales. También me escriben lectoras a las que les cuesta encontrar nutricionistas que no les digan que no está bien dejar de comer carne.

Sé que desde ambos lados trabajan con buena intención, convencidos de lo que dicen, y que es muy difícil incorporar o modificar el consumo de ciertos alimentos, por eso es positivo que en la guía se sugiera aumentar el consumo de frutas y verduras. Un ejemplo de la lentitud en el cambio es el tema de la leche. Recién ahora se la está cuestionando y si bien existen argumentos en contra, la comunidad científica -y la industria-argentina la siguen recomendado. La postura de las nutricionistas es clara: "No hay evidencia de que la leche sea dañina para la salud, la leche tiene beneficios y la evidencia no es firme". Hasta que eso suceda, se la seguirá recomendando.

Con respecto al tema del hierro de la espinaca, consulté al doctor Luis Delupi que desde Neuquén me brindó su mirada sobre el tema: "Todo depende como se lo mire, si uno come solo espinaca para tener hierro estará metiendo la pata. Es un alimento más en nuestra alimentación y es cierto que tiene alto contenido de oxalatos, que es un quelante de minerales como el hierro y eso lo hace menos biodisponible, pero eso no lo hace un mal alimento, es uno más. Si te pones a pensar uno por uno, cada alimento tiene pros y contras. El hierro no hem de vegetales requiere de la vitamina "C" para una adecuada absorción y los vegetales en general vienen acompañados de ella. En síntesis que haya vegetarianos con anemia, que son tantos como los carnívoros en estadísticas, es porque no están bien asesorados. Con las lentejas pasa algo similar pero con el ácido fítico que contienen y también en presencia de Vitamina "C" se logra una buena absorción del hierro de las mismas. En definitiva una dieta con vegetales, hortalizas, frutos, cereales, legumbres, frutos secos, algas, semillas, germinados, etc., y variando los diferentes tipos, cubre absolutamente nuestras necesidades de hierro en cualquier etapa de la vida".

Por último, en cuestiones de estadísticas sobre desnutrición, hay una polémica en estos días por los datos oficiales

Espero que les resulte útil este post, les mando un abrazo enorme. Cualquier duda o consulta, me pueden ubicar en kariuenverde@gmail.com