

1. Subite al trampolín

El ciclo de vida de un proyecto cuenta con un inicio, una planificación, la ejecución y el análisis de resultados.
Si bien es importante que vayas por etapas, no dejes de lado un plan mayor. Animate a pensar en lo que va a venir: ¿qué va a suceder a partir de esta idea? ¿Cómo podés encadenarla con otras metas? ¿Cómo quedás posicionada a partir de esta experiencia? Capitalizá toda tu exposición.
2. Mapa de relaciones

En todo proyecto siempre hay intereses encontrados. Vas a toparte con muchas personas con influencia positiva o negativa.
Saber quiénes son aquellos que van a contribuir a tu proyecto es clave. No solamente quienes influyan positivamente, sino también aprender a detectar entre los que tienen influencia negativa o te restan. Si lográs identificarlos, podés trabajar para hacer alianzas estratégicas, lo que te va a allanar muchísimo el camino y te va a ayudar a desarrollar tus habilidades y a prevenir conflictos.
3. buscá mentor

Es importante que el proyecto se encuentre esponsoreado por una persona con la suficiente experiencia que te ayude a destrabar conflictos y que te dé confianza y compromiso. Además, saber escuchar y mirar a todos los involucrados en tu proyecto te ayuda a abrir la cabeza: tu equipo, los clientes o usuarios, los proveedores. Nunca te olvides de pedir feedback de parte de ellos.
4. mirada integral

Estate abierta a las sugerencias, encontrá el espacio para que todos aporten sus ideas. Aprendé cuándo tenés que soltar, resignar, barajar y empezar de nuevo. Tené la flexibilidad para “volantear” a tiempo cuando una variable no responda como esperabas. Identificá amenazas y vulnerabilidades que puedan poner el proyecto en riesgo. Participá a todos los involucrados y gestioná sus expectativas. Pensá tu liderazgo como una carrera de fondo: de nada sirve ir rápido y llevarte todo y a todos por delante.
5. alto rendimiento

Sé buena mediadora, correte del logro personal y hacé que todo el equipo sienta que contribuyó. Desarrollá al team asignando roles claros y adecuadamente, esto es, considerando no solo habilidades técnicas sino también personalidades e intereses. Recordá que lo que va a potenciar es la sinergia, lo que cada uno aporte al conjunto, y tu meta es lograr que se sientan integrados sin que haya lucha de egos.
Presentó: Galicia Éminent
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