Newsletter
Newsletter

¡Hoy escribe Anita!




Créditos: Ilustración de Rossana Baumeister


"Como Ud. ha visto Gatitas Mimosas le sugerimos mirar Colegialas Calientes."
¿Perrrrdónnnn??? ¿A mí me está diciendo? ¡Si yo no miré nada de eso! Ni lo miraría, gracias, paso. ¿De qué me habla esta página? ¡Antes de la siesta esto no estaba! ¿Cómo puede ser? ¿O será...? ¿Marido? No, de viaje hace días... ¿La nena? Imposible, todavía es chica. ¿Nico? ¡No! ¡¿NICO?!
El corazón me latía a mil, sudor frío, cosquilleo en la cabeza... el shock fue importante. ¡Mi hijo de 8 años había estado mirando videos porno!! Ya no había dudas. El niño en cuestión se estaba bañando, así que aproveché para fijarme qué había visto. En ese momento, Youtube tenía un historial propio que detallaba todo, hasta el tiempo visto de cada video. Había algunos que me impresionaban hasta a mí, que perdí la inocencia hace rato; ni me imagino qué habrá pasado por su cabecita inmadura y sensible.
La siguiente pregunta fue "¿Qué hago? ¿Qué le digo? ¿Me hago la que no sé nada? ¿Lo enfrento?" Se ve que de tanto leer libros de niñez, crianza y demases, algo me quedó y enseguida concluí que los temas se hablan y que para algo soy adulta (¡ja!). Así que cuando salió del baño, finalmente le conté que sabía lo que había estado mirando. Conversamos, le expliqué que algunas cosas de grandes no las iba a entender, escuché sus preguntas, respondí como pude. Y esa misma noche puse un filtro en la compu.
Después vino la autocrítica, claro. ¿Cómo no lo preví? No me podía perdonar. Un tiempo antes había detectado su curiosidad, pero no pensé jamás que él iba a tipear "culo" en Youtube y acceder a algo así, no me di cuenta de que este tipo de videos está a sólo un click. Cuando teníamos la edad de Nico (hablo de mi generación, las de treinta y pico), no pensábamos en esas cosas. Cuando fuimos más grandes, para ver un desnudo había que pedirle una revista a un primo o mirar con lupa una enciclopedia. Los conocimientos de anatomía masculina venían de la mano de amigas con más experiencia o con hermanos mayores. Videos porno, ¡recién cuando éramos casi adultas! El paso del tiempo me llevó por delante, y no me di cuenta.
El acceso que tienen hoy los chicos a contenidos que solían ser para adultos atemoriza. Cuando se masificó la tele allá por los 70 había un horario de protección al menor, contenidos aptos o no, que servían como guía para los padres. Años después apareció Internet y nada. O todo, al alcance de cualquiera. Suena democrático, sí, pero también es peligroso.
Los responsables del acceso somos los padres. Padres que trabajamos, que no estamos todo el día mirándolos, porque tampoco sería sano. O sea que finalmente, los responsables son los chicos mismos. Son quienes deciden qué clickear, qué mirar, qué escribir y ¡son curiosos!
No los creo preparados para entender, procesar, abarcar algunas cosas... pero no encuentro la manera de evitarlo. Porque aunque en casa tenga el filtro, en casa de sus amigos, no. Aunque no veamos tele y sus contenidos de violencia y sexo permanentes, los ve en el cine, casas de amigos, abuelas, primos. No podemos criarlo en una burbuja, tiene que salir al mundo, lo sé. Creo que solo nos queda prepararlos, educarlos, darles herramientas para que sea un pasaje acolchado, guiado, contenido y seguro.
¿Y ustedes? ¿Cuál es su experiencia con los chicos e Internet? ¿Sus hijos o sobrinos tienen Facebook ? ¿Cómo manejan el tiempo frente a la compu y la seguridad en este medio?

¡Compartilo!

En esta nota:

SEGUIR LEYENDO

“Muchacha, hacete el Papanicolaou”

“Muchacha, hacete el Papanicolaou”


 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2025 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP