Como toda embarazada le tenía pánico al parto, a ese dolor intenso, desconocido y sin embargo "tan placentero", como todas decían. Pero una personita sabia me dijo justo las palabras exactas que necesitaba escuchar: "la diferencia entre los animales y los humanos es que ellos aceptan y nosotros esperamos."
El animal vive y deja que las cosas sucedan. Acepta lo que le pasa y acomoda su vida a eso. El humano, en cambio, espera, proyecta, desea... y se decepciona por momentos. Mi maridovio, por ejemplo, esperaba un varón pero en la eco nos dijeron que "bodoque" era al final Francine. Sí, se desilusionó un poco (tenía planeada media infancia con su ahijado que también estaba por nacer) y yo comprendí que lo mejor era dejar que las cosas fluyeran.
Esto del embarazo es un proceso y el cuerpo sabe, el cuerpo nos habla y nos da 9 meses para hacernos a la idea de lo que viene. El último mes nos hace ir al baño muy seguido, incluso de noche... ¿nos estará preparando para las noches en vela de los primeros meses? La panza crece despacio, luego vienen las pataditas, más adelante el hipo (que cosa más graciosa cuando tienen hipo dentro de la panza) y por último nos vienen esas ganas de conocerla, de que salga. Esa panzota ya no pasa por ningún lado, pesa, es incómoda para dormir y lo peor de todo... ¡¡¡no me dejaba dormir boca abajo!!!
Y cuando finalmente el doc nos dice "vayan a buscar el bolso, tenés 5 de dilatación" una no sabe qué hacer. ¿¿Y cómo es esto?? Me olvidé de cómo respirar pero supe que con cada contracción tenía la mano del papá apretando la mía. Se me borraron todas las ideas, preconceptos, deseos y palabras en las últimas contracciones para dejar espacio a la sensación irrefrenable de pujar. Y llegó el gran momento y sólo recuerdo flashes donde decían "pujá", "uno más", "ahí está la cabeza" "¡¡¡Mirá como sale!!!!" y yo con mis ojitos cerrados haciendo más fuerza que nunca, bien agarrada de la mano de él, esperando escuchar sólo ese llanto que me hizo llorar a mí de emoción (¡y eso que soy inconmovible!). Sentí con claridad cómo salía cada centímetro de su cuerpo. Nos dimos un beso con su papá, le cortaron el cordón, me la pusieron encima... negrita, peluda, anudadita, chiquita, muy chiquita... y le dije al oído "bienvenida Fran... vamos a ver de qué se trata todo esto."
¿Y ustedes cómo vivieron el embarazo? ¿Cómo se imaginaban sus partos y cómo lo vivieron cuando llegó el momento? A las que no son mamás aún, ¿cómo se lo imaginan y con que sueñan? ¿A qué le tienen miedo? La foto la sacamos el mismo día del nacimiento de Fran, cuando llegamos al sanatorio.
Espero ansiosa (e intrigada) sus comentarios y gracias por el espacio.
Bss mágicos (¡¡¡¡no podían faltar!!!!)
PD: ¡super feliz cumple a mi amigota del alma!
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