Ayer presencié la conferencia que dio Jane Goodall en la Academia Nacional de Medicina, era la última oportunidad de verla, ya que en su vertiginosa visita ya había brindado otras charlas, participado de un encuentro con mujeres y de un festival con jóvenes en Temaikén. A sus 81 años, esta activista de las causas nobles mantiene un ritmo de trabajo intenso y una mirada luminosa. Tal vez el secreto de su energía se encuentre en tener un propósito marcado: su amor por el planeta y la conservación de los animales.
La última vez que estuvo en nuestro país fue en 2013, para participar del hermoso documental que filmaron Boy Olmi y Dylan Williams,"Jane and Payne", que se encontraban en el auditorio. Desde entonces, moría por verla en persona.

Jane Goodall en Argentina http://www.janegoodall.com.ar/
Conocida en todo el mundo como la mujer que se comunica con los chimpancés, es lógico que tenga ese nivel de comprensión después de haberlos estudiado gran parte de su vida. Ella, con un mono y una vaca de peluche como compañía, contó al auditorio que le debe mucho de lo que es a su madre, que la apoyó cuando notó el interés que tenía en observar a las gallinas y saber de dónde provenían los huevos. Ese fue su primer acercamiento a la ciencia, a muy temprana edad. Podría haberla retado por pasar horas escondida en un gallinero, pero al contrario, la alentó a continuar, y le regaló libros que le abrieron la cabeza para descubrir otros animales y lugares.
Comenzó a soñar con nuevos horizontes. África era el destino elegido, pero ella había crecido en Inglaterra, con las consecuencias económicas de la guerra mundial, en una época en la que a una mujer se le hacía casi imposible avanzar en una carrera. No se dio por vencida, con la determinación de cumplir ese sueño, estudió secretariado, trabajó, y con algo de dinero ahorrado aceptó la invitación de una amiga para ir a Kenia. Gracias al contacto con el antropólogo Louis Leakey, fue tomada como asistente y a los 26 años le llegó la posibilidad de estudiar a los chimpancés en el Parque Nacional de Gombe, en Tanzania.
Sin estudios de grado, la mejor universidad fue la observación directa de su entorno, así entró en contacto con el fascinante hábitat de los chimpancés. Nadie antes lo había hecho de esa manera, así comprobó que ellos no eran vegetarianos, como se creía hasta ese momento, que comían insectos, crías de cerdos y colobos, y que tenían la inteligencia necesaria para construir herramientas. También constató que demostraban emociones similares a las humanas: felicidad, tristeza, angustia, desesperación. Fue testigo de las diferentes relaciones familiares, pudo ver que habían buenas y malas madres, las que se preocupaban por cuidarlos y las que los abandonaban, y cómo esto afectaba a sus hijos a lo largo de generaciones. Vio escenas de violencia, y también de amor y solidaridad entre ellos. Pero tantas horas de observación chocaron contra sus profesores de Cambridge, al querer obtener un doctorado. Lo que ella decía era revolucionario para la comunidad científica escéptica. De todas formas, en 1965, alcanzó su PHD en Etología y se convirtió en una celebridad a través de sus investigaciones, que se reprodujeron en medios como National Geographic y en los libros que publicó, como "Los chimpancés de Gombe: patrones de comportamiento". Tal vez uno de sus mayores logros haya sido lo más cuestionado: permitirse involucrarse con su objeto de estudio, mostrar empatía, ganar su confianza y así poder analizarlos y entenderlos mejor.
Sin embargo, aunque amaba ese lugar, no fue posible quedarse en África. El peligro de la extinción de algunas especies, el agotamiento de los recursos, y el sufrimiento que eso provoca, la movilizaron para salir a contarle a todas las personas que quieran escucharla, que podemos construir un mundo mejor al que tenemos. El Instituto Jane Goodall, es una ONG que desde 1977 propone el conocimiento y respeto por los seres vivos, a través de "la investigación de la vida salvaje, la conservación de las especies y su ambiente, la educación y sensibilización ciudadana y el desarrollo sustentable". Tiene presencia en nuestro país desde 2011. Jane Goodall viaja durante trescientos días al año, su misión de despertar conciencias no descansa. Por su interés en el desarrollo de las personas también formó Roots and Shoots, que nació en Tanzania y ahora tiene 150 mil miembros en 130 países. Su objetivo es dejar su legado a los más jóvenes. A través de un programa que incluye desde plantación de árboles hasta cursos, viajes y festivales, se les da herramientas y se los empodera para pensar soluciones para enfrentar grandes desafíos.
-Tengo esperanzas en el futuro, en la energía y en el compromiso que demuestran los niños, estamos inventando tecnología creativa, por lo que pienso que vamos a poder vivir en un mundo en armonía y tomar mejores medidas con respecto al medioambiente.
"Piensa global, actúa local". Es una de sus frases de cabecera. Significa que cada uno de nosotros podemos elegir y modificar nuestro entorno, pero siempre como parte de un todo en el que estamos conectados. Jane está convencida de que podemos cambiar el mundo si tomamos las decisiones correctas sobre nuestro consumo. La forma en que se mantienen a los animales para comer utiliza demasiados recursos y los encierra en verdaderos "campos de concentración", provocando además, en la cría intensiva de ganado, la emisión excesiva de gas metano que afecta al medioambiente. Es por eso que su misión se vuelve tan importante, el respeto por la naturaleza implica aprender a respetarnos a nosotros mismos.

Conferencia en la Academia Nacional de Medicina.
Al terminar la conferencia nos acercamos para saludarla, firmó libros y remeras, nos saludó y agradeció. En sus gestos, en sus manos cálidas, en cada una de sus palabras inspiradoras, transmite sabiduría y amor. Conocerla me emocionó mucho. Y aunque imaginaba la respuesta, quise hacerle una pregunta: ¿Una dieta vegetariana es lo mejor para nuestro planeta?
-Sí, absolutamente. No puedes amar a los animales y comerlos.- dijo, abriendo los brazos como si fuera a volar.
Recomiendo si no la vieron todavía, la charla TED: Lo que nos separa de los simios:
Me pueden escribir a kariuenverde@gmail.com
Abrazo enorme.
Kariu
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