La sexóloga responde: los orígenes de la excitación

La excitación sexual es una respuesta vascular, o sea, de flujo sanguíneo. Para la manifestación física de esta etapa hace falta que la sangre fluya a los genitales, preparándolos para el coito.

Para la respuesta sexual de excitación en los varones hace falta que se llenen de sangre los cuerpos cavernosos del pene y se produzca la erección. El pene aumenta de tamaño y de rigidez para permitir la penetración. En las mujeres la excitación requiere el llenado vascular de toda la pelvis menor, la expansión de la vagina hacia arriba en la cavidad abdominal, que se infla como un globo para alejar el cuello del útero del impacto del pene y poder recibirlo; y la formación de la lubricación vaginal a partir de este llenado vascular pelviano, primero en el fondo vaginal y luego en las paredes vaginales para permitir que ésta llegue a la entrada de la vagina, preparándola para la penetración.

Históricamente se catalogó a las mujeres de lentas para excitarse, obviamente comparándolas con el varón. Luego las investigaciones revelaron que para llegar al mismo nivel de respuesta de excitación, en el hombre se requieren entre 80 y 120 cc de sangre, para el llenado de los cuerpos cavernosos y en la mujer 500 cc de sangre para el llenado de la pelvis. Este solo hecho fisiológico multiplica por 5 nuestra tiempo de respuesta.

Además de este tiempo más prolongado, solo está en condiciones óptimas de ser penetrada la vagina, cuando la lubricación llega a la entrada vaginal, facilitando la penetración. No todos los amantes esperan hasta este momento ideal.

Esta respuesta más lenta, también se da en el final de la respuesta sexual, razón por la cual la mujer tarda más en desexcitarse, y puede responder con múltiples orgasmos antes de completar su respuesta.

Aquí sólo estoy hablando de diferencias fisiológicas y no de género, que resaltan más las distintas posibilidades entre varones y mujeres. En la próxima entrega voy a hablar sobre qué excita a las mujeres y a los varones de acuerdo a sus características de género.