-Mamá, ¿por qué no comés carne?
No parece una pregunta muy difícil de responder y sin embargo, cuando mis hijas me la hacían yo dudaba. "Si les digo la verdad, mi verdad, mi razón, la razón o razonamiento que hubo detrás de aquella decisión (el sentimiento que viví para llegar a tomarla), es muy probable que ellas tampoco quieran comer carne".
Soy consciente de la capacidad de influencia que puedo tener sobre mis nenas.
Ahora bien, ¿estaría preparada, como madre, si mis hijas eligieran ser vegetarianas?
¿Estaría preparada para guiarlas en una dieta completa, saludable, prescindiendo de la carne (y eventualmente de otros productos de origen animal)? ¿Podría prescindir por completo de ella?
¿Sabría cómo abastecerlas del calcio, hierro, vitaminas y proteínas que son necesarias en la alimentación de un adulto, pero sobre todo de un infante?
¿No saberlo ahora, no tener ahora toda la información sería verdaderamente un obstáculo? Quiero decir, ¿sería una razón suficiente como para concluir: "mejor que no haya cambio"?
Ah, sí, significaría trabajo (de cambio de hábitos y consulta a pediatra y/o nutricionista). ¿Pero no valdría la pena ese trabajo si ellas lo quisieran? ¿Acaso no necesitaste hacer algo de ese trabajo para vos misma?
Por otro lado: ¿es una decisión que mis hijas pueden tomar por sí solas? ¿Acaso ellas eligieron comer carne? ¿Elegiste vos comer carne de chica?
Estas son algunas de las muchas preguntas que me estuve haciendo estos días, y la tarde del sábado, en tren de respondérmelas, me encontré con una respuesta que literalmente, como ella misma lo dice, me dio vuelta la pregunta:
Era una nota del diario Perfil . Hacia el final se le preguntaba a Nicolás Pauls, cuyos hijos no comen carne:
—¿Pensás que su salud corre algún riesgo?
—Me llama la atención que se hable de los riesgos de la alimentación vegana y no de la omnívora, que me parece infinitamente más peligrosa. Comer animales maltratados, inyectados con medicamentos y hormonas, ¿no es riesgoso? Habría que dar vuelta la pregunta: ¿son los omnívoros conscientes de lo que están comiendo?
Y entonces seguí:
¿Soy consciente de lo que estoy dándole de comer a mis hijas? ¿Era consciente de chica de lo que comía?
¿Soy consciente ahora? ¿Me animaría a mostrarles a mis hijas lo que sucede en un matadero? ¿Lo que tiene que vivir un animal, las torturas que padece, para cualquiera comerse una milanesa?
¿Me animo yo misma a ver uno de esos videos? Y acto seguido, googleé "mataderos" en Youtube. Ah, sí. Quiero saber. Vamos. Sí, me cuesta. Hace tiempo que esquivaba el bulto, pero ayer necesitaba verlo. Y créanme que lo poco, lo poquísimo que yo vi (que no sé si será representativo de todos los mataderos) fue suficiente.
Me shockeó de tal manera que casi vomito.
Tuve que dejar de ver y echarme en la cama a llorar angustiada.
¿Puedo defender que "sí o sí necesitamos la carne en la dieta" cuando ya no me lo creo? O ya no quiero creerlo.
¿Puedo defender que "somos animales matando animales" mientras escribo en una netbook y jamás en mi vida mataría un animal por mi cuenta?
¿Valdría el argumento de "que el ser humano necesitó carne para su evolución en el pasado" en este presente?
No quiero convencer a nadie de nada, ojo. Respeto pareceres ajenos. De momento estoy en un diálogo conmigo misma y mi papel de madre. No soy ni vegana ni vegetariana, y si hay una etiqueta con la que me identifico es "ser humano". Ser humano tomando consciencia y cuestionándose lo que hace -en principio- "por tradición, hábito, gusto, y conveniencia".
¿Ustedes qué sienten? ¿Se hacen alguna de estas preguntas en algún momento? ¿Conocen madres vegetarianas o veganas cuyos hijos tampoco coman carne?
IMPORTANTE: Desde ya, cualquier padre que piense en suprimir la carne en la dieta de un niño debería hacerlo con el aval, la guía y el control de un pediatra y/o nutricionista.
Para los interesados en el tema, dejo una charla de Gary Yourofsky que vi el sábado por la noche y a mí me está convenciendo: link acá
Y cito sus palabras:
"Si todos entendemos que los animales usan sus ojos para ver, sus orejas para oír, sus narices para oler, sus bocas para comer, sus piernas para caminar, sus plumas para volar, sus aletas para nadar, sus genitales para procrear, sus intestinos para defecar, yo me quedo completamente perplejo de que la mayoría de la gente no crea que también usan su cerebro para pensar, sentir, ser conscientes del medio y de sí mismos. ¿Suponen que creeré que cada parte del cuerpo del animal funciona como debe funcionar, a excepción del cerebro?
En esta nota: