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Mariano Torre y una idea sustentable desde el fin del mundo




Llega a la cita con su cuatro venezolano, un instrumento de cuerda que estuvo tocando minutos atrás, antes de que dejara por un rato su pasión para compartir una historia que lo llevó a lugares impensados.
Mientras se acomodan, él y su instrumento, habla de su nueva banda, "Uhmano", que por ahora está en una etapa de composición, experimentación y disfrute. Rock, ritmos latinoamericanos, libertad, y las ideas que aportan cinco cabezas y voces diferentes. Imposible de clasificar o comparar.
El camarero se acerca para tomar nuestro pedido, él lo saluda y le hace un pedido original, al menos para nuestra cultura occidental.
-Un vaso de agua caliente como para té, pero sin té.
Mariano Torre es artista, también en los mínimos gestos. Con la misma despreocupación con la que habla, ríe y toma agua caliente, este fueguino una vez se presentó a un casting cuando cursaba su tercer año en el Conservatorio de Arte Dramático. En 1998 ganó el protagónico y fue en el cine nada menos que Silvio Astier, el personaje de "El Juguete Rabioso". A los diecinueve años le valió el reconocimiento y la certeza de un camino que se transformaría en una carrera prolífica, que incluyó papeles jugados, cuatro películas en pantalla grande, teatro y tiras juveniles exitosas como "Verano del 98" y "Casi Ángeles". En el medio hubo música, una hija que le ilumina la cara: Bahía, y un proyecto de vida junto a su pareja, la actriz y cantante Elena Roger.
Con Elena estaba en 2010, cuando un documental les voló la cabeza. Habían empezado a averiguar la forma de construir su propia casa de manera ecológica, entonces una maquilladora les recomendó que googlearan "Earthship", así Mariano llegó aMichael Reynolds, Earthship Biotecture y a "Guerrero de la Basura". Mientras lo veía no podía entender cómo los seres humanos no vivíamos ya de esa manera. Sintió una voz interior que le dijo que tenía que conocer a ese hombre, hacer algo con él y compartir la idea, porque era demasiado buena como para quedarse con ella.
¿Y en qué consistía la idea del arquitecto Michael Reynolds? Una casa autosustentable, una "Nave Tierra" construida con materiales reciclados: neumáticos, botellas, latas, cada uno con una función particular. Un espacio diseñado y pensado para que las personas pudieran aprovechar la energía del sol y del viento, el agua de la lluvia o del deshielo, el oxígeno de las plantas; el interior en comunión con el exterior. La solución habitacional que es el motor de la existencia de su creador desde hace más de treinta y cinco años, capaz de modificar el panorama de la arquitectura moderna.

Etapa de aprendizaje

Decidieron escribirle un mail. Con sus amigos pusieron en el asunto: "Ushuaia, end of the world". Porque la ciudad en la que había nacido Mariano Torre constituía un misterio y un desafío mayor que el que podía significar Buenos Aires para alguien que había visto casi todo. La propuesta fue efectiva. Michael Reynolds, el mismo loco que lo había impactado de chico porque que hacía casas con basura en el clásico programa, "Aunque usted no lo crea", aceptó la invitación de viajar con ellos al sur.
El abuelo materno de Mariano Torre era constructor, había hecho la Casa de Gobierno de Ushuaia y fue uno de los que ayudó a levantar el pueblo. Él tal vez había heredado el don de la creación y la invención, pero desde el papel del artista. Siempre le gustó cuestionar las convenciones, pensaba que existían otras opciones a la idea de consumo a la que estamos atados como sociedad.
En noviembre de ese año fueron a Ushuaia y empezaron a buscar terrenos aptos para construir. Mariano habló con el intendente y le contó la idea. Federico Sciurano, que había sido su entrenador de rugby terminó de convencerse de que construir con la basura de la ciudad era un proyecto serio cuando escuchó a Michael Reynolds. Un martes a las 7 de la tarde dio una charla abierta en la que calculaban que no irían más de cincuenta personas. Fueron trescientas cincuenta y varias quedaron afuera.
Michael quería hacer una Earthship para la ciudad. Mariano Torre cuenta que hoy las costas están contaminadas con materia fecal. De esta manera, con su técnica, Ushuaia podría convertirse en la primera ciudad verde que no tira desechos al mar. En lugar de una sola nave, pensaron en un pasillo largo como un paseo, en donde las plantas generarían comida, las cloacas se limpiarían y los desechos, a través de un sistema de filtrado, se transformarían en abono para nuevas plantas.
Podría haber locales adentro, insectos y mariposas, frutas y hortalizas frescas, porque el microclima lo permite, y porque a Ushuaia suelen llegar congeladas. Con el terreno cedido por la Intendencia, empezaron por construir una célula, una casa en el medio de la ciudad que demostrara lo que era posible. Ya no sería para la familia de Mariano, sino para toda la comunidad. Para él era una manera de devolverles todo lo que ese lugar le había dado.
Fueron tres años de aprendizaje valioso, que se terminaron de concretar en enero de este año, cuando cerca de ochenta personas de todo el mundo viajaron para levantar las paredes de una nave autosustentable experimental. Durante veintiséis días, con nieve, lluvia, sol y viento, trabajaron con un espíritu incansable a prueba de puertas cerradas, contagiados por el entusiasmo de Michael Reynolds y con la sensación de que estaban sembrando una idea poderosa. A la semana había despertado la atención de los medios de todo el mundo.
-¿Cómo fue que la gente se involucró en el proyecto y hasta pagó para participar?
-Está habiendo un cambio grande en la concepción del paradigma operante. Primero Michael en su idea de buscar un camino diferente, es una persona muy reconocida que demuestra con hechos. El trabaja el doble de lo que podemos trabajar nosotros. Genera energía muy fuerte, sos inmoral cuando estás haciendo eso y vos podés lograr que el mundo sea un paraíso. Y hay una subcultura de gente que está esperando su conocimiento. Hoy me contaban que existen huertas orgánicas en las que vos cambiás trabajo por casa, comida y conocimiento. Ese es un poco el plan que está viniendo. Éramos ochenta personas con el convencimiento de que podíamos mejorar el mundo.De hecho, lo hicimos. Había un baldío y ahora hay una casa. Hay mucha gente que está despertando y dándose cuenta de que si seguimos con el mismo nivel de consumo y despilfarre, y de no mirar más que nuestro cuadradito, no llegamos a ningún lado, no hay mundo. Creo que fue Al Gore el que dijo, "no hay Plan B". Estamos consumiendo los recursos del planeta cada vez más temprano. No funcionamos como especie, somos una plaga, comemos, depredamos, hasta que llegue un momento en que la madre Tierra diga, "bueno muchachos, nos reorganizamos". No se va a acabar el mundo, nos vamos a acabar nosotros. Con ese convencimiento y con ganas de aprender y sabiendo que Ushuaia es un punto muy importante, viajaron esas personas.
Hoy la casa se puede visitar, está en proceso de prueba en una ciudad con clima extremo y poco sol. Mariano cuenta entusiasmado que los trescientos turistas y locales que van por mes comprueban cómo funciona, lo bien que se siente estar adentro, y que no es un rancho de neumáticos. Se puede tener agua potable sin depender del sistema de Obras Públicas, que no llega a todos lados. Por otra parte, la recolección de basura diferenciada que tiene Ushuaia beneficia a la construcción, hay gente que pide neumáticos para levantar muros de contención, para que no se caiga la tierra en un terreno alto. Y hay gente capacitada, arquitectos de la Municipalidad que pueden orientar a la gente.
Construcción de la Nave Tierra Tol-Haru

Construcción de la Nave Tierra Tol-Haru - Créditos: Mariano Torre

Ejemplo de construcción biosustentable

Ejemplo de construcción biosustentable - Créditos: Mariano Torre

Próximos pasos

Mientras las carreras artísticas de Elena Roger y Mariano Torre continúan su desarrollo, y comparten la crianza y educación de su hija, no dejan de colaborar en la construcción de nuevas naves en lugares que lo necesiten. Junto a Michael Reynolds, la Fundación NAT (Naturaleza Aplicada a la Tecnología), Earthship Argentina -dos personas que se recibieron en su Academia Internacional de entrenamiento para la construcción sustentable-, están trabajando en la primera nave híbrida en el barrio de Barracas, hay otro proyecto en Córdoba y uno más en Formosa, para la comunidad Qom. A éste se sumó una red de instructores, traductores, arquitectos, antropólogos y paisajistas, que unieron fuerzas y ya cuentan con la aprobación del Consejo de Ancianos.
Aunque cuentan con las mejores condiciones de habitabilidad, las naves todavía no se encuentran aprobadas por la legislación argentina para ese fin. Pero es una cuestión de tiempo, en sus comienzos Michael Reynolds también tuvo que luchar contra una burocracia que le puso trabas al proyecto. Desde la primera que construyó en Taos, Nuevo México, en 1978, hay más de dos mil alrededor del planeta, muchas en lugares inhóspitos, incluso después de desastres naturales que acabaron con todas las viviendas.
Todavía no hay apoyo del Gobierno Nacional o de la Ciudad, pero no rechazan que eso suceda.
-Nosotros estamos abiertos a que cualquier municipio se acerque, nos ponemos las botas y a trabajar, el plan es hacer y comunicar. En el conurbano se podrían hacer barrios enteros, en algunos lugares están viviendo como el orto. Con nada estarían desagotando los hospitales porque mejoran la salud pública, vaciando basurales, dando solución habitacional, generando empleo y capacitación. Es una manera de repensar todo. Hay que ver hasta dónde quieren repensar todo. Hay una línea de arquitectos, legalistas, abogados, concejales, que están yendo para ese lado. Ahora se puede estudiar que una casa así funciona. Tenemos un libraco con los estudios técnicos que se hicieron en Estados Unidos, donde los ingenieros aprobaron que este sistema era el más resistente de los existentes contra terremotos.
En línea con sus ideas, Mariano Torre y Elena Roger tratan de contribuir al cuidado del planeta a través del consumo: tirar la menor cantidad de residuos, no comprar productos en envases de plástico, comer alimentos saludables, comprar orgánico cuando pueden y comenzar a cultivar su propia huerta. Reciclar elementos y emociones, como una forma pensar más ecológica, donde la conciencia se expande y entran en conexión con el entorno para confiar en que la vida suceda.
Espero que les haya gustado la entrevista. Un agradecimiento especial a Mariano Torre por contar su historia. Me encuentran como siempre en kariuenverde@gmail.com
¡Abrazo y buen fin de semana!
Kariu
Mariano Torre y el abrazo con su Maradona, Michael Reynolds

Mariano Torre y el abrazo con su Maradona, Michael Reynolds - Créditos: Mariano Torre

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