¡Qué belleza de miedos! Yo soy una amante del ser humano que se abre y se muestra frágil, sin hacer ningún esfuerzo por ocultar sus sombras al resto.
Me resulta súper liberador conectar con gente cero snob que blanquea su vulnerabilidad sin vueltas. Si en lo profundo estamos todos cortados por la misma tijera, ¿cuál es el miedo a mostrarnos verdaderos?
El arte -especialmente a los más tímidos- nos da esas revanchas. Y no sólo superamos el precipicio que tanto nos atemorizaba, sino que además, de yapa, ayudamos a un montón de otros en similares circunstancias.
"Sos una mariposa social", curiosamente me dijo Kevin hace un tiempo. ¡¿Qué?! ¡¿Yo mariposa social?! Me reí cuando lo escuché (porque sabía que era cierto) pero una parte de mí no pudo dejar de preguntarse: ¿cómo pasé de ser un bicho raro, solitario, alguien eternamente autoexcluido, a andar "mariposeando socialmente"? En el mejor de lo sentidos. ¿Cómo puede ser que hoy revoloteo ligera, riéndome, asumiéndome queso, contradictoria, cursi y golosa cuando de nena y adolescente siempre miraba el partido desde afuera?
¿Cómo?! ¡Qué sé yo! O sí se: básicamente escribiendo.
En el fondo, todos, TODOS, además de la nena vulnerable y la artista loca, tenemos a "la mariposa social" que regala sonrisas sin pedir nada, que se ríe por cualquier chiste, que se regodea de estar ahí, dando vueltas alrededor de los cuerpos/conciencias... acompañado, conectado con la totalidad de la fiesta.
Y me encanta, me recontra encanta (las mariposas sociales tienen un léxico super adolescente, ¿vieron?) que en mí también vean eso. Lejos de censurarme por superficial, me felicito por estar bailando sin peso, conectando -con los bien ojos abiertos- con una multiplicidad de seres.
¿Ustedes se asumen "mariposas sociales" cada tanto? ¿O en fondo de sus temores? ¿Cómo viven una reunión o una fiesta -real o virtual- cuando se sueltan? ¿A qué recurren para poder hacerlo? ¡¿Cuánto disfrutan de la sociabilidad, cuando lejos de padecerla, le encuentran la vuelta?!
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